1/12/2017, 00:01
Mientras más se acercaba su turno, más rápido pensaba el mayor de los Uchiha. Su cabeza parecía una caldera a presión, sus ojos recorrían la escena tratando de evaluar todas las posibilidades y resultados. Estaba claro que por su propio pie nunca entrarían en el Molino Rojo y que aquel era un sitio exclusivo; estaba por ver cómo harían ellos dos para estar en la lista correcta.
Al llegar ante los guardias, Akame ya tenía varias opciones en mente. La primera era simplemente contarles alguna historieta, pero dudaba que colase. Su fuerte era leer novelas, no escribirlas. También podían simplemente hipnotizar a aquellos dos infelices con su Sharingan y hacer que les pusieran una alfombra roja bajo los pies... ¿Pero era realmente una opción lo suficientemente discreta? Dada la naturaleza del sitio, si su objetivo sospechaba que algo no andaba bien, era probable que abandonase el Molino. O que ni siquiera llegase a entrar.
Al final fue Datsue quien planteó la alternativa más sensata; sobornar a los guardias. Claro que Akame ya le había visto moviendo los brazos bajo el holgado kimono y se hacía una idea de las intenciones de su Hermano, de modo que simplemente se limitó a seguirle el juego.
—Kurusu Ashito —se limitó a decir.
Al llegar ante los guardias, Akame ya tenía varias opciones en mente. La primera era simplemente contarles alguna historieta, pero dudaba que colase. Su fuerte era leer novelas, no escribirlas. También podían simplemente hipnotizar a aquellos dos infelices con su Sharingan y hacer que les pusieran una alfombra roja bajo los pies... ¿Pero era realmente una opción lo suficientemente discreta? Dada la naturaleza del sitio, si su objetivo sospechaba que algo no andaba bien, era probable que abandonase el Molino. O que ni siquiera llegase a entrar.
Al final fue Datsue quien planteó la alternativa más sensata; sobornar a los guardias. Claro que Akame ya le había visto moviendo los brazos bajo el holgado kimono y se hacía una idea de las intenciones de su Hermano, de modo que simplemente se limitó a seguirle el juego.
—Kurusu Ashito —se limitó a decir.