2/12/2017, 16:17
—Un anciano sabe de la familia... Niños jóvenes, no merecen sufrir — «¿No merecen sufrir? ¿Por qué? ¿Qué es lo que sabe que nosotros no sabemos?»
Eri se revolvió en el sitio, sin saber muy bien cómo reaccionar ante el comportamiento y las palabras de aquel extraño anciano que la confundía más que responder a sus preguntas. Estaba nerviosa, aquella misión estaba siendo más difícil de lo que podía haber imaginado. Se mordió el labio inferior y miró a sus compañeros, Akame, por su parte; decidió intervenir.
—¿Quién construyó el edificio en ruinas?
«¿Edificio en ruinas? ¿No se referirá a estos?»
Eri lo miró, confundida por el cambio de tema que había hecho el chico, y un ápice de curiosidad afloró en su interior, mirando al anciano atentamente, esperando alguna reacción por su parte. Y así fue, tembló, y la miró, haciendo que volviese a estremecerse ante aquella mirada y sus palabras, llenas de violencia y a la vez un nerviosismo extraño.
—¿Qué fue... qué fue lo que pasó, señor? —se atrevió a preguntar, temerosa.
Eri se revolvió en el sitio, sin saber muy bien cómo reaccionar ante el comportamiento y las palabras de aquel extraño anciano que la confundía más que responder a sus preguntas. Estaba nerviosa, aquella misión estaba siendo más difícil de lo que podía haber imaginado. Se mordió el labio inferior y miró a sus compañeros, Akame, por su parte; decidió intervenir.
—¿Quién construyó el edificio en ruinas?
«¿Edificio en ruinas? ¿No se referirá a estos?»
Eri lo miró, confundida por el cambio de tema que había hecho el chico, y un ápice de curiosidad afloró en su interior, mirando al anciano atentamente, esperando alguna reacción por su parte. Y así fue, tembló, y la miró, haciendo que volviese a estremecerse ante aquella mirada y sus palabras, llenas de violencia y a la vez un nerviosismo extraño.
—¿Qué fue... qué fue lo que pasó, señor? —se atrevió a preguntar, temerosa.