2/12/2017, 21:09
Datsue se negó, rotundamente. No parecía querer dejar que la chica se encargase del total de la noche de vigía, muy a su pesar. Para cuando éste salió de su saco, de seguro se arrepentiría de lo que había dicho, pero no retiró sus palabras. El chico, se terminó de ataviar, y se dispuso a realizar su ronda de vigilancia, tal y como previamente había hecho la kunoichi. Antes de nada, guiñó un ojo a la chica, lo cuál fue correspondido con un efímero beso.
—De acuerdo... —aprobó sin demasiado esfuerzo —... y gracias.
La chica no tardó en preparar su saco de dormir, y terminó durmiendo en apenas unos minutos. Su vigilancia, mas todo el viaje realizado, había hecho mella en sus fuerzas; no pudo evitar por demasiado tiempo que el sueño acabara apoderándose de ella. Acomodada y resguardada del frío, era imposible oponerse a dormir.
[...]
La chica despertó con los primeros rayos de luces que cruzaban el horizonte. No fue la primera, pero tampoco la última. Gran parte del personal rápidamente se dispuso para recoger el lugar, y a penas ya habían recogido todo, montaron en los camellos y carros. No había tiempo que perder, eso era mas que evidente.
Aiko no fue menos, recogió rápidamente su saco de dormir, y preparó su medio de transporte para continuar el trabajo. Antes de salir, buscó con la mirada a Datsue. Algunos gritos y quejidos habían desviado su atención de éste, y debía tener en cuenta que pese a no haber podido dormir apenas, le había relevado en la guardia. —¿Que tal la guardia?
Al pasar la vista por el campamento, algo llamó un tanto su atención. Aún quedaba en pie una de las tiendas, lo cual era raro. Antes de que ésta pudiese decir o inquerir nada, unos obreros entraron en la tienda.
«Y yo pensaba que era difícil de despertar...»
—De acuerdo... —aprobó sin demasiado esfuerzo —... y gracias.
La chica no tardó en preparar su saco de dormir, y terminó durmiendo en apenas unos minutos. Su vigilancia, mas todo el viaje realizado, había hecho mella en sus fuerzas; no pudo evitar por demasiado tiempo que el sueño acabara apoderándose de ella. Acomodada y resguardada del frío, era imposible oponerse a dormir.
[...]
La chica despertó con los primeros rayos de luces que cruzaban el horizonte. No fue la primera, pero tampoco la última. Gran parte del personal rápidamente se dispuso para recoger el lugar, y a penas ya habían recogido todo, montaron en los camellos y carros. No había tiempo que perder, eso era mas que evidente.
Aiko no fue menos, recogió rápidamente su saco de dormir, y preparó su medio de transporte para continuar el trabajo. Antes de salir, buscó con la mirada a Datsue. Algunos gritos y quejidos habían desviado su atención de éste, y debía tener en cuenta que pese a no haber podido dormir apenas, le había relevado en la guardia. —¿Que tal la guardia?
Al pasar la vista por el campamento, algo llamó un tanto su atención. Aún quedaba en pie una de las tiendas, lo cual era raro. Antes de que ésta pudiese decir o inquerir nada, unos obreros entraron en la tienda.
«Y yo pensaba que era difícil de despertar...»
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)