11/12/2017, 23:21
Muten Rōshi volvió a sentarse para terminar su cuenco de sopa con carne y Banadoru agachó la cabeza, visiblemente atribulado por la discusión que acababa de sucederse. A una docena de pasos, sentados junto a otra hoguera, Jonaro y Hanzō miraban sin distraerse lo que estaba sucediendo.
El ambiente se relajó mínimamente cuando Datsue se dió media vuelta y, despidiéndose, empezó a caminar hacia donde estaban las tiendas. Aiko le siguió poco después.
—Buenas noches —respondió el director de la expedición.
—Buenas noches, Datsue-kun, Aiko-san —dijo también el profesor adjunto, visiblemente avergonzado.
El ambiente se relajó mínimamente cuando Datsue se dió media vuelta y, despidiéndose, empezó a caminar hacia donde estaban las tiendas. Aiko le siguió poco después.
—Buenas noches —respondió el director de la expedición.
—Buenas noches, Datsue-kun, Aiko-san —dijo también el profesor adjunto, visiblemente avergonzado.