15/12/2017, 13:43
Pese a que al final no logró convencer a sus compañeros de llevar al anciano a la posada, sí consiguió su propósito de, al menos, invitarle a comer. Era lo mínimo que podían hacer tras semejante interrogatorio. Y ahora que Akame lo decía…
—Tienes razón, Akame. Yo ya pagué mi deuda con él liberándolo del juuinjutsu. Es por eso que… —se relamió los labios—, debéis ser vosotros dos quiénes le paguen la comida.
»Sí, tienes toda la razón del mundo —repitió, pletórico por la salida que le había dado su propio compañero para librarse de rascar el bolsillo—. Sí señor. Toooda la razón del mundo.
Cuando Akame tenía razón, había que dársela y punto. Datsue no era nada orgulloso en ese sentido. No señor.
Tras despedirse del anciano, tomó su túnica y gorro de lana y salió de allí con pasos rápidos, temeroso de oír alguna réplica a su sentencia sobre la invitación. Poco después, el mayor de los Uchiha comentaría lo oscuro y tenebroso que se había tornado la misión. Datsue asintió. Lo que había empezado como una broma de algún vecino envidioso había terminado en sectas religiosas de oscuro propósito. ¿Estaría relacionado con lo que ocurría en la mansión? Estaba convencido de que sí, pero todavía no sabía cómo.
Suspiró.
—Y ese juuinjutsu… Los tipos no eran unos fanáticos religiosos cualesquiera. Sabían lo que hacían. En cierta parte, al menos —comentó, pensativo—. No nos quedará otra que inspeccionar la mansión a fondo, a ver si encontramos algo. —Datsue recordó entonces aquel chakra vomitivo que por un momento le había expulsado del genjutsu. Solo de pensar que se encontrarían con algo así en la mansión… le daba escalofríos.
»Aunque yo estoy reventado tras usar el Fūja Hōin —comentó, como quien no quiere la cosa—. Y además… ¡Ah! —Se llevó una mano al muslo derecho, dolorido, y entonces empezó a cojear—. Me dio un tirón y todo. Joder… Creo que… es mejor que os deje ir a vosotros primero, y yo descanse un poco. Y luego yo ya…
»Sí —asintió—, luego yo ya…
—Tienes razón, Akame. Yo ya pagué mi deuda con él liberándolo del juuinjutsu. Es por eso que… —se relamió los labios—, debéis ser vosotros dos quiénes le paguen la comida.
»Sí, tienes toda la razón del mundo —repitió, pletórico por la salida que le había dado su propio compañero para librarse de rascar el bolsillo—. Sí señor. Toooda la razón del mundo.
Cuando Akame tenía razón, había que dársela y punto. Datsue no era nada orgulloso en ese sentido. No señor.
Tras despedirse del anciano, tomó su túnica y gorro de lana y salió de allí con pasos rápidos, temeroso de oír alguna réplica a su sentencia sobre la invitación. Poco después, el mayor de los Uchiha comentaría lo oscuro y tenebroso que se había tornado la misión. Datsue asintió. Lo que había empezado como una broma de algún vecino envidioso había terminado en sectas religiosas de oscuro propósito. ¿Estaría relacionado con lo que ocurría en la mansión? Estaba convencido de que sí, pero todavía no sabía cómo.
Suspiró.
—Y ese juuinjutsu… Los tipos no eran unos fanáticos religiosos cualesquiera. Sabían lo que hacían. En cierta parte, al menos —comentó, pensativo—. No nos quedará otra que inspeccionar la mansión a fondo, a ver si encontramos algo. —Datsue recordó entonces aquel chakra vomitivo que por un momento le había expulsado del genjutsu. Solo de pensar que se encontrarían con algo así en la mansión… le daba escalofríos.
»Aunque yo estoy reventado tras usar el Fūja Hōin —comentó, como quien no quiere la cosa—. Y además… ¡Ah! —Se llevó una mano al muslo derecho, dolorido, y entonces empezó a cojear—. Me dio un tirón y todo. Joder… Creo que… es mejor que os deje ir a vosotros primero, y yo descanse un poco. Y luego yo ya…
»Sí —asintió—, luego yo ya…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado