15/12/2017, 23:50
Cuando Shinjaka soltó los fajos de billetes, los ojos de Datsue se iluminaron, no con el rojo vengativo del sharingan, sino con un sentimiento mucho más puro, pero a la vez, intenso. Era un destello verde, como el color de un billete de cincuenta ryōs.
—Tranquilo, Datsue-kun, que no son para nosotros.
Datsue rio, como si aquella broma fuese, efectivamente, una broma, y no la pura descripción del pequeño de los Uchiha, que se había emocionado más que un kusareño al ganar un combate.
—Fiuu… Menos mal, ¿eh? No sabría qué hacer con tanta pasta… —Comprarse un barco; una mansión; una pequeña isla… En realidad, por mucho dinero que Shinjaka hubiese puesto sobre la mesa, no le llegaría ni para empezar ninguno de sus muchos objetivos.
«Aunque si pudiese duplicar la pasta en esa partida…». No le dio tiempo ni a planteárselo seriamente, pues su Hermano se le adelantó ofreciéndose como jugador. Datsue se rascó una mejilla, contrariado. En realidad, tenía que reconocer que a Akame se le daba mejor. Datsue pecaba de impulsivo, dejándose llevar demasiadas veces tanto por la intuición como por la codicia, dos cosas que mezcladas no solían dar buenos resultados. Akame, en cambio, era todo lo contrario. Esquemático, calculador, frío, con razonamientos puramente lógicos. Enfocaba la mirada en su rival, como un león lo haría con su presa, y no paraba hasta verlo entre sus fauces, con esa escalofriante profesionalidad que le envolvía en cada faceta de su vida.
«Pobre Koko…». Sacudió la cabeza, quitándose aquel repentino pensamiento.
—Sí… Akame es el mejor con las cartas —murmuró, con la boca pequeña—. ¿Acudirá ese tal Centinela a la partida, entonces? —preguntó, intrigado.
—Tranquilo, Datsue-kun, que no son para nosotros.
Datsue rio, como si aquella broma fuese, efectivamente, una broma, y no la pura descripción del pequeño de los Uchiha, que se había emocionado más que un kusareño al ganar un combate.
—Fiuu… Menos mal, ¿eh? No sabría qué hacer con tanta pasta… —Comprarse un barco; una mansión; una pequeña isla… En realidad, por mucho dinero que Shinjaka hubiese puesto sobre la mesa, no le llegaría ni para empezar ninguno de sus muchos objetivos.
«Aunque si pudiese duplicar la pasta en esa partida…». No le dio tiempo ni a planteárselo seriamente, pues su Hermano se le adelantó ofreciéndose como jugador. Datsue se rascó una mejilla, contrariado. En realidad, tenía que reconocer que a Akame se le daba mejor. Datsue pecaba de impulsivo, dejándose llevar demasiadas veces tanto por la intuición como por la codicia, dos cosas que mezcladas no solían dar buenos resultados. Akame, en cambio, era todo lo contrario. Esquemático, calculador, frío, con razonamientos puramente lógicos. Enfocaba la mirada en su rival, como un león lo haría con su presa, y no paraba hasta verlo entre sus fauces, con esa escalofriante profesionalidad que le envolvía en cada faceta de su vida.
«Pobre Koko…». Sacudió la cabeza, quitándose aquel repentino pensamiento.
—Sí… Akame es el mejor con las cartas —murmuró, con la boca pequeña—. ¿Acudirá ese tal Centinela a la partida, entonces? —preguntó, intrigado.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado