21/12/2017, 18:51
Eri corrió y no dejó de correr hasta que dobló la esquina, huyó de allí y abrió aprisa la puerta de la taberna para toparse con un sorprendido Akame.
—Eri-san, ¿qué ha ocurrido? Te he visto correr hacia aquí desde la ventana de mi habitación. ¿Ha pasado algo en casa del viejo?
—Aka-Aka- —tartamudeaba la joven, jadeante y apresando su brazo fuertemente —. Muerto... ¡El anciano estaba muerto! —exclamó la chica antes de hipar y volver a llorar —. No podía entrar... Él no contestaba, yo no... Yo no...
—Eri-san, ¿qué ha ocurrido? Te he visto correr hacia aquí desde la ventana de mi habitación. ¿Ha pasado algo en casa del viejo?
—Aka-Aka- —tartamudeaba la joven, jadeante y apresando su brazo fuertemente —. Muerto... ¡El anciano estaba muerto! —exclamó la chica antes de hipar y volver a llorar —. No podía entrar... Él no contestaba, yo no... Yo no...