26/12/2017, 01:59
—Así, así… —murmuraba Datsue en sueños, acompañado de alguna risita aguda—. Oh, sí, mucho mejor… Mucho…
¡Plaf! Su cama pegó una ligera sacudida y una voz irrumpió en su sueño como una gran ola estrellándose contra él, sacándole de su mundo onírico en el acto.
Lo primero que vio fue el rostro de Akame, con esas facciones afiladas como el filo de un kunai, su nariz torcida —cuyo causante, seguramente, ya no se encontraba en el mundo de los vivos—, y esos ojos tan negros como el corazón de Izanami.
—¡A-Akame! —exclamó, pegando tal salto en la cama que se cayó al suelo—. ¡No es lo que parece, tío, lo juro! —gritó rápidamente, levantando las manos en señal de tregua—. No fui yo quién… —Datsue se quedó con la boca entreabierta. La cerró. La volvió a abrir y, finalmente, la cerró por última vez.
Su mente estaba comprendiendo que acababa de tener un sueño y que ahora se encontraba en la realidad. Deseó que hubiese sido al revés, pero suspiró de alivio cuando se dio cuenta que ni Eri ni Akame podían ver nada de lo que soñaba… gracias a los Dioses. Porque seguramente sino estaría siendo arrojado por la ventana.
Y hablando de Eri…
—¿Qué ha pasado? —se levantó, frunciendo el ceño. Algo estaba mal con Eri.
¡Plaf! Su cama pegó una ligera sacudida y una voz irrumpió en su sueño como una gran ola estrellándose contra él, sacándole de su mundo onírico en el acto.
Lo primero que vio fue el rostro de Akame, con esas facciones afiladas como el filo de un kunai, su nariz torcida —cuyo causante, seguramente, ya no se encontraba en el mundo de los vivos—, y esos ojos tan negros como el corazón de Izanami.
—¡A-Akame! —exclamó, pegando tal salto en la cama que se cayó al suelo—. ¡No es lo que parece, tío, lo juro! —gritó rápidamente, levantando las manos en señal de tregua—. No fui yo quién… —Datsue se quedó con la boca entreabierta. La cerró. La volvió a abrir y, finalmente, la cerró por última vez.
Su mente estaba comprendiendo que acababa de tener un sueño y que ahora se encontraba en la realidad. Deseó que hubiese sido al revés, pero suspiró de alivio cuando se dio cuenta que ni Eri ni Akame podían ver nada de lo que soñaba… gracias a los Dioses. Porque seguramente sino estaría siendo arrojado por la ventana.
Y hablando de Eri…
—¿Qué ha pasado? —se levantó, frunciendo el ceño. Algo estaba mal con Eri.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado