3/01/2018, 22:47
Nada más entrar, Datsue identificó a los que serían sus oponentes. Sus rivales en aquel duelo de mentes. Había un hombre gordo, de movimientos lentos pero lengua viperina. A juzgar por sus ostentosos atuendos, ganaba más que perdía, o, quizá, estaba tan forrado que ni notaba la pérdida de unos cuantos fajos de billetes por semana. Había otro, sin embargo, más comedido en su forma de vestir, de movimientos estudiados y mirada astuta. El tercero… el tercero no encajaba en aquel lugar. Serio, de ropa sencilla y ojos peligrosos. Eran los ojos de un lobo acechando entre la maleza.
Datsue tragó saliva. No tenía ni idea de cómo enfocar el tema.
Por suerte —o por desgracia—, el hombre gordo le facilitó la tarea, empezando él la conversación. Mencionó que era el sustituto de Maki, alguien quien, al parecer, jamás había logrado hacerse con los servicios de Meiharu.
Fue en ese momento cuando se dio cuenta. Cuando se dio cuenta que, en vez de dedicarse a tontear y ligarse a la Diosa Violeta, mejor hubiese hecho en dedicar sus esfuerzos para conocer el terreno en el que iba a combatir. No solo no conocía al tal Maki, sino que, por no saber, no sabía ni cómo había conseguido la invitación a la partida. La invitación oficial, claro, porque imaginaba que Shinjaka y Meiharu habían sido los responsables directos de que pudiese acceder hasta allí. ¿Se suponía que él conocía a Maki? ¿O no?
«Da igual, no queda otra que improvisar», se dijo Datsue, que había permanecido con una media sonrisa casi imperceptible mientras los demás reían las gracias del hombre gordo.
—Seshu Sakyū —se presentó, directo y al grano, cuando las carcajadas cesaron. Realizó una rápida pasada con la mirada, sin detenerse en nadie, y su inclinación de cabeza fue tan leve que pareció más un gesto fortuito que producto de la educación al presentarse—. Respecto a Maki… —Ahora sí, una media sonrisa de verdad se formó en su rostro—, he de avisarles que no es la única batalla en la que él fracasó donde yo pienso vencer —remató, desviando la mirada por un instante a la mesa donde se iba a disputar el juego.
No había sido su respuesta más ingeniosa, ni mordaz, pero teniendo en cuenta que todavía no sabía de qué pie cojeaba cada uno, se dio por satisfecho. Mínimamente.
Datsue tragó saliva. No tenía ni idea de cómo enfocar el tema.
Por suerte —o por desgracia—, el hombre gordo le facilitó la tarea, empezando él la conversación. Mencionó que era el sustituto de Maki, alguien quien, al parecer, jamás había logrado hacerse con los servicios de Meiharu.
Fue en ese momento cuando se dio cuenta. Cuando se dio cuenta que, en vez de dedicarse a tontear y ligarse a la Diosa Violeta, mejor hubiese hecho en dedicar sus esfuerzos para conocer el terreno en el que iba a combatir. No solo no conocía al tal Maki, sino que, por no saber, no sabía ni cómo había conseguido la invitación a la partida. La invitación oficial, claro, porque imaginaba que Shinjaka y Meiharu habían sido los responsables directos de que pudiese acceder hasta allí. ¿Se suponía que él conocía a Maki? ¿O no?
«Da igual, no queda otra que improvisar», se dijo Datsue, que había permanecido con una media sonrisa casi imperceptible mientras los demás reían las gracias del hombre gordo.
—Seshu Sakyū —se presentó, directo y al grano, cuando las carcajadas cesaron. Realizó una rápida pasada con la mirada, sin detenerse en nadie, y su inclinación de cabeza fue tan leve que pareció más un gesto fortuito que producto de la educación al presentarse—. Respecto a Maki… —Ahora sí, una media sonrisa de verdad se formó en su rostro—, he de avisarles que no es la única batalla en la que él fracasó donde yo pienso vencer —remató, desviando la mirada por un instante a la mesa donde se iba a disputar el juego.
No había sido su respuesta más ingeniosa, ni mordaz, pero teniendo en cuenta que todavía no sabía de qué pie cojeaba cada uno, se dio por satisfecho. Mínimamente.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado