5/01/2018, 15:56
El Kage Bunshin examinó con minuciosa atención el cerrojo de aquella ventana; no parecía demasiado complicado. Habiendo silenciado al perro guardián esperaba tener unos cuantos minutos de margen en su haber, de modo que directamente empezó a rebuscar con manos rápidas entre los bolsillos de sus ropajes.
Acabó sacando un juego de ganzúas de hierro, de apariencia muy vieja pero plenamente funcionales. «Vamos, vamos... Has ensayado esto cientos de veces...» El Uchiha se acuclilló frente a la pequeña ventana e intentó, con la mayor discreción posible, forzar el cerrojo con ayuda de sus utensilios.
Si lo conseguía, se introduciría en la vivienda con las pretensiones anteriormente descritas.