8/01/2018, 11:59
Akame volvió a intervenir, esta vez zanjando el tema del anciano, sin embargo no compartió el ánimo de ir por una vez a la mansión y terminar el trabajo. Tenía que darle la razón pues seguramente ahora que estaban tan nerviosos e intranquilos seguramente podían cometer más errores y ser menos prudentes, pero ella no iba a descansar bien, no iba a despejar su cabeza ni iba a dejar de pensar en lo sucedido.
Así que, por mucho que Akame tuviese razón, ella no tenía más opción, y parecía que él lo sabía, muy en el fondo.
—Iré a por mis cosas, nos vemos abajo.
Datsue pareció querer decir algo, pero al final optó por afirmar a Akame su presencia abajo.
—Nos vemos abajo todos, entonces —dijo la joven mientras se acercaba a su mochila y rebuscaba algo en ella. Lo primero que quería hacer era vendarse la mano, lo del jersey... Bueno, no tenía solución, ni tampoco uno de repuesto.
Así que, por mucho que Akame tuviese razón, ella no tenía más opción, y parecía que él lo sabía, muy en el fondo.
—Iré a por mis cosas, nos vemos abajo.
Datsue pareció querer decir algo, pero al final optó por afirmar a Akame su presencia abajo.
—Nos vemos abajo todos, entonces —dijo la joven mientras se acercaba a su mochila y rebuscaba algo en ella. Lo primero que quería hacer era vendarse la mano, lo del jersey... Bueno, no tenía solución, ni tampoco uno de repuesto.