8/01/2018, 19:39
Ni corto ni perezoso, Datsue se dispuso a dar una rápida vuelta de reconocimiento alrededor de la casa. Pocas cosas llamarían su atención aparte de las ya mencionadas; en el jardín trasero había un par de árboles —igual de mustios que los otros—, una mesa de exterior con cuatro sillas y una puerta que daba a una de las habitaciones del interior de la casa. Si se asomaba por la ventana contigua, podría ver que se trataba de la cocina. Aquella puerta estaba cerrada con llave, y Akame sólo tenía una en su poder, por lo que era probable que no pudieran abrirla.
—¿Algo interesante? —cuestionaría el Uchiha tras la vuelta de su congénere a la entrada.
Queriendo cerrar aquella investigación con el mismo ímpetu que sus compañeros Akame había recorrido el corto sendero de piedras hasta la puerta principal y, haciendo uso de la llave que llevaba consigo, la abrió de par en par.
Lo que se encontraron los muchachos fue con un largo pasillo al final del cual había dos hileras de escalones; la del lado izquierdo del pasillo descendía, mientras que las escaleras del lado derecho subían al piso superior. A ambos lados del pasillo había un total de tres puertas que daban acceso a cada una de las habitaciones de la planta baja. A juzgar por la posición de las puertas en el pasillo y de la que Datsue había encontrado fuera, el Uchiha pudo deducir que la cocina sería la última habitación del lado derecho de la casa, junto a las escaleras ascendentes.
—Deberíamos dividirnos el trabajo de registrar todas y cada una de las habitaciones —sugirió Akame—. Yo podría empezar por el lado derecho de la planta baja, Eri-san por el izquierdo y Datsue-kun peinar la planta superior.
—¿Algo interesante? —cuestionaría el Uchiha tras la vuelta de su congénere a la entrada.
Queriendo cerrar aquella investigación con el mismo ímpetu que sus compañeros Akame había recorrido el corto sendero de piedras hasta la puerta principal y, haciendo uso de la llave que llevaba consigo, la abrió de par en par.
Lo que se encontraron los muchachos fue con un largo pasillo al final del cual había dos hileras de escalones; la del lado izquierdo del pasillo descendía, mientras que las escaleras del lado derecho subían al piso superior. A ambos lados del pasillo había un total de tres puertas que daban acceso a cada una de las habitaciones de la planta baja. A juzgar por la posición de las puertas en el pasillo y de la que Datsue había encontrado fuera, el Uchiha pudo deducir que la cocina sería la última habitación del lado derecho de la casa, junto a las escaleras ascendentes.
—Deberíamos dividirnos el trabajo de registrar todas y cada una de las habitaciones —sugirió Akame—. Yo podría empezar por el lado derecho de la planta baja, Eri-san por el izquierdo y Datsue-kun peinar la planta superior.