10/01/2018, 05:08
(Última modificación: 10/01/2018, 13:39 por Uchiha Datsue.)
Los gritos, injurias y acusaciones no tardaron en hacerse oír. Cuando el aire ocupaba la silla, a nadie parecía importarle. Pero, oh, se atrevía el Uchiha a sentar su sucio culo en ella, y todo el mundo perdía los estribos. Datsue, que sabía atacar dónde dolía, optó por no replicar a ninguno ellos. En su lugar, se reclinó sobre la silla, colocó los pies sobre la esquina de la mesa, cruzándolos, y se cruzó también de brazos.
Detrás suya, pareciendo desde la posición de los contrarios que él formaba parte de la figura, un enorme cuadro. Era un hombre, desnudo de torso para arriba, de enormes músculos, muy definidos —se le marcaban incluso las venas— y varias cicatrices. Tenía el pelo blanco y largo, al igual que su barba, y miraba desde una posición de altura, envuelto en un aura de luz, como si de un Dios se tratase.
—Duelo de… ¿caballeros? —A Plum parecía a punto de estallarle una vena de la frente—. Ah, claro, como por tradición se sienta el patriarca a pie de mesa, ya no podemos hacerlo ninguna de nosotras, ¿eh? ¡Maldito marichulo opresor! —le espetó a Nabi—. ¡Y una mierda te sientas ahí! ¡Ese sitio es para Koko, que para algo es la anfitriona!
Datsue se lo estaba pasando pipa. Plum incluso había oído mal, entendiendo caballeros por caballerías, y la bronca ya estaba armada. «Esta chica siempre oye lo que quiere...»
—Aquí os espero —dijo, arrogante como pocas veces lo era. Quizá, algunos, pensasen que lo de matar a un Kage y hacerse con medio bijuu se le había subido a la cabeza. En realidad, solo quería un poco de guasa. Aunque lo otro no tenía por qué ser falso...—. ¿Os ponéis a la cola o todos juntos? —agregó, subiendo la apuesta, esbozando una sonrisa bobalicona.
Fue entonces cuando Koko intervino, ajena o sin interés alguno en tomar parte de aquella discusión, preguntando qué preferían comer cada uno. Datsue se relamió los labios, con la boca hecha agua. Ya que le daban a elegir…
—Pues me gustaría empezar con un pequeño plato de caviar, a poder ser. Ya sabes, para ir abriendo el apetito. ¿Tenéis fugu? ¿Sabéis prepararlo? Oh, eso estaría genial —teniendo en cuenta lo bien que se solía llevar con las Sakamoto, quizá no fue su mejor idea del mundo. Ni de lejos—. Unos langostinos de segundo no estarían mal tampoco. Un pulpo a la uzureña entre medias... Oh, y almejas, por favor. —Rara era la vez que encontraba un sitio donde supiesen preparar buenas almejas. Más que la calidad del producto, lo importante era la salsa—. Oh, y unos mejillones, si puede ser. ¡Y-y unas zamburiñas! —Agregó rápidamente. Por los Dioses, casi se le olvidaban, con lo buenas que estaban. «Joder, hoy pienso ponerme las botas»—. Y de postre… Bueno, ya te diré. Poco a poco mejor, ¿eh?
Detrás suya, pareciendo desde la posición de los contrarios que él formaba parte de la figura, un enorme cuadro. Era un hombre, desnudo de torso para arriba, de enormes músculos, muy definidos —se le marcaban incluso las venas— y varias cicatrices. Tenía el pelo blanco y largo, al igual que su barba, y miraba desde una posición de altura, envuelto en un aura de luz, como si de un Dios se tratase.
—Duelo de… ¿caballeros? —A Plum parecía a punto de estallarle una vena de la frente—. Ah, claro, como por tradición se sienta el patriarca a pie de mesa, ya no podemos hacerlo ninguna de nosotras, ¿eh? ¡Maldito marichulo opresor! —le espetó a Nabi—. ¡Y una mierda te sientas ahí! ¡Ese sitio es para Koko, que para algo es la anfitriona!
Datsue se lo estaba pasando pipa. Plum incluso había oído mal, entendiendo caballeros por caballerías, y la bronca ya estaba armada. «Esta chica siempre oye lo que quiere...»
—Aquí os espero —dijo, arrogante como pocas veces lo era. Quizá, algunos, pensasen que lo de matar a un Kage y hacerse con medio bijuu se le había subido a la cabeza. En realidad, solo quería un poco de guasa. Aunque lo otro no tenía por qué ser falso...—. ¿Os ponéis a la cola o todos juntos? —agregó, subiendo la apuesta, esbozando una sonrisa bobalicona.
Fue entonces cuando Koko intervino, ajena o sin interés alguno en tomar parte de aquella discusión, preguntando qué preferían comer cada uno. Datsue se relamió los labios, con la boca hecha agua. Ya que le daban a elegir…
—Pues me gustaría empezar con un pequeño plato de caviar, a poder ser. Ya sabes, para ir abriendo el apetito. ¿Tenéis fugu? ¿Sabéis prepararlo? Oh, eso estaría genial —teniendo en cuenta lo bien que se solía llevar con las Sakamoto, quizá no fue su mejor idea del mundo. Ni de lejos—. Unos langostinos de segundo no estarían mal tampoco. Un pulpo a la uzureña entre medias... Oh, y almejas, por favor. —Rara era la vez que encontraba un sitio donde supiesen preparar buenas almejas. Más que la calidad del producto, lo importante era la salsa—. Oh, y unos mejillones, si puede ser. ¡Y-y unas zamburiñas! —Agregó rápidamente. Por los Dioses, casi se le olvidaban, con lo buenas que estaban. «Joder, hoy pienso ponerme las botas»—. Y de postre… Bueno, ya te diré. Poco a poco mejor, ¿eh?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado