10/01/2018, 17:48
No hubo respuesta por parte de Akame.
La joven kunoichi del Remolino se vio inquieta, sin saber cómo reaccionar ante todo lo que acababa de pasar. Datsue seguía sin poder moverse del todo gracias a aquel ataque sorpresa del somier y no recibían respuesta de Akame. ¿Y si le había pasado algo? Estaban muy altos, quizás...
—¡Eri, ve a buscarle por la ventana de la habitación de los críos! —exclamó Datsue y la susodicha volvió a la realidad olvidándose por un momento de la posible muerte de su compañero. Corrió hacia la puerta e inspeccionó el pasillo del primer piso antes de salir, por si algo o alguien decidía actuar de la misma forma que había hecho aquel somier.
Si no se movía nada, iría directamente hacia la habitación de los niños y acudiría a la ventana que daba contra la misma pared de la de la habitación abandonada, buscando con la mirada a Akame entre el suelo o a lo lejos, indecisa si buscarle abajo o no.
—¿Estará...? —dejó la pregunta en el aire y se precipitó a abrir la ventana y descender por la pared con los zapatos imbuidos en chakra, lo mejor era cercionarse de que su compañero estaba bien.
La joven kunoichi del Remolino se vio inquieta, sin saber cómo reaccionar ante todo lo que acababa de pasar. Datsue seguía sin poder moverse del todo gracias a aquel ataque sorpresa del somier y no recibían respuesta de Akame. ¿Y si le había pasado algo? Estaban muy altos, quizás...
—¡Eri, ve a buscarle por la ventana de la habitación de los críos! —exclamó Datsue y la susodicha volvió a la realidad olvidándose por un momento de la posible muerte de su compañero. Corrió hacia la puerta e inspeccionó el pasillo del primer piso antes de salir, por si algo o alguien decidía actuar de la misma forma que había hecho aquel somier.
Si no se movía nada, iría directamente hacia la habitación de los niños y acudiría a la ventana que daba contra la misma pared de la de la habitación abandonada, buscando con la mirada a Akame entre el suelo o a lo lejos, indecisa si buscarle abajo o no.
—¿Estará...? —dejó la pregunta en el aire y se precipitó a abrir la ventana y descender por la pared con los zapatos imbuidos en chakra, lo mejor era cercionarse de que su compañero estaba bien.