11/01/2018, 00:03
Datsue pareció acertar con el cumplido a Toeru, porque el hombre en seguida sacó pecho, agregando razones y motivos de por qué su establecimiento era tan genial. El Uchiha asentía, sin tampoco añadir nada más a lo mencionado. Una cosa era tener un pequeño gesto de cortesía y otra ser un lameculos.
Los hombres de la mesa se sentaron, dejando a sus acompañantes en un discreto segundo plano. Datsue notó la pérdida del contacto con Meiharu como si le hubiesen quitado un escudo en plena batalla. De forma inconsciente, aquella chica había tenido una pequeña influencia en él. Le había hecho pensar que a su lado todo saldría bien, y ahora… le inundaban las dudas.
¿Cuánto tiempo tardaría el sello en perder su efecto? ¿Cuánto tiempo pasaría hasta que volviese a meter la pata? ¿Y si no sabía qué responder? ¿Y si se quedaba en blanco?
Los hombres de aquella mesa, desde luego, no pensaban darle ni un respiro. Aquella vez fue el turno de Shin, que estaba empezando a resultarle un grano en el culo. Le pidió que contara más sobre él, saciando así la curiosidad de Etsu.
—Etsu... ¿ansioso? —Datsue desvió la mirada hacia Meiharu—. Meiharu, querida, ¿qué me has puesto en la bebida? —bromeó, emitiendo una fuerte carcajada acto seguido. Esperaba que al menos ella le acompañase en la risa para no quedar como un tonto—. Ains… ¿De qué hablábamos? Ah, sí. No, lo cierto es que no soy de por aquí —les confesó Datsue—. Provengo de la arena, del desierto… Del País del Viento. Oficialmente, vengo en nombre del Daimyo para renegociar los… aranceles. Aburrido, ¿eh? —«Jodeeer… En que fregado te estás metiendo, tío. ¡En qué fregado te estás metiendo!»
Los hombres de la mesa se sentaron, dejando a sus acompañantes en un discreto segundo plano. Datsue notó la pérdida del contacto con Meiharu como si le hubiesen quitado un escudo en plena batalla. De forma inconsciente, aquella chica había tenido una pequeña influencia en él. Le había hecho pensar que a su lado todo saldría bien, y ahora… le inundaban las dudas.
¿Cuánto tiempo tardaría el sello en perder su efecto? ¿Cuánto tiempo pasaría hasta que volviese a meter la pata? ¿Y si no sabía qué responder? ¿Y si se quedaba en blanco?
Los hombres de aquella mesa, desde luego, no pensaban darle ni un respiro. Aquella vez fue el turno de Shin, que estaba empezando a resultarle un grano en el culo. Le pidió que contara más sobre él, saciando así la curiosidad de Etsu.
—Etsu... ¿ansioso? —Datsue desvió la mirada hacia Meiharu—. Meiharu, querida, ¿qué me has puesto en la bebida? —bromeó, emitiendo una fuerte carcajada acto seguido. Esperaba que al menos ella le acompañase en la risa para no quedar como un tonto—. Ains… ¿De qué hablábamos? Ah, sí. No, lo cierto es que no soy de por aquí —les confesó Datsue—. Provengo de la arena, del desierto… Del País del Viento. Oficialmente, vengo en nombre del Daimyo para renegociar los… aranceles. Aburrido, ¿eh? —«Jodeeer… En que fregado te estás metiendo, tío. ¡En qué fregado te estás metiendo!»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado