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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#14
El Sharingan de Datsue no le reveló nada fuera de lo normal, más allá del apabullante chakra que siempre había envuelto a aquel hombre. No tan solo era poderoso, sino que tenía esa aura opresora, esa sensación de peligro… Era como si hubiese metido la cabeza dentro de la boca de un león y en cualquier momento fuese a cerrar las fauces. Y lo peor no era la certeza de que lo iba a hacer, lo peor era no saber cuándo lo iba a hacer.

Zoku les dio dos opciones. Esta vez, sin venderse, sin ponérselo… bonito. Ni complots de por medio, ni traiciones antiguas… Simplemente, les estaba pidiendo traicionar a Hanabi, el hombre que había puesto cordura y sanado la herida dejada por el mismo Zoku.

Mientras el antiguo Uzukage hablaba, le oyó, tan claro y alto como si estuviese hablándole directamente al cerebro. En cierta parte, así era. Se trataba de Shukaku, que parecía estar pasándoselo en grande.

Su voz demente y chiflada siempre conseguía ponerle los pelos de punta, pero en aquella ocasión, aparte del miedo, los nervios y el escalofrío, una cuarta emoción afloró en su alma, tan fuerte como las otras tres. El odio. Un odio profundo, visceral, que provocó que le hirviese la sangre y se clavase las uñas en las palmas de las manos. Un odio tan oscuro que sería irracional de no ser porque tenía razones de sobra para odiarle. Meses enteros sin dormir, sin poder conciliar el sueño más allá de una hora. Meses sufriendo torturas, viendo como mataba a sus seres queridos. Como era matado por ellos. Por los suyos.

Después de tantas y tantas noches, no sabía cómo todavía mantenía la cordura. Quizá ya no lo hacía.

«¡Curioso, Shukaku!». Ahora que lo pensaba, sí que era curioso. ¿Acaso…? «El hombre que te rasgó por la mitad, que redujo tu cuerpo divino a dos críos de teta, ¡y tú riéndole las gracias!», le espetó. ¿Le estaría oyendo? Por una parte, esperaba que sí. Por otra… «¿¡No querías matarle!? ¡Porque se ve que no lo has conseguido, joder! ¡Se ve que no lo has conseguido!». En aquel momento de indefensión, Shukaku era su única esperanza de salir vencedores de aquel envite. Hanabi les había prohibido utilizarlo, pero… aquel era una situación de lo más excepcional.

Zoku, Zoku, Zoku… Escúchame un segundo, por favor, escúchame un segundo —le habló atropelladamente Datsue. Necesitaba ganar tiempo, para pensar en cualquier cosa, en cualquier forma de escapar de allí. «Quizá el Nawanuke no Jutsu…». Probó la técnica, sin tampoco demasiadas esperanzas. Después de todo, quien les había retenido era uno de los especialistas en fūinjutsu más grandes de la Aldea—. Tú quieres lo mejor para la Villa, ¿verdad? Sé que lo quieres, joder. Pero sabes perfectamente que no tendrás apoyos dentro. Causarás una guerra interna, joder, y aún sí puedes ganar… ¿luego qué? ¿Eh? ¿Luego qué? Estaremos jodidamente debilitados y tanto Ame como Kusa vendrán a por nosotros una vez se enteren que has vuelto al poder. ¡Vamos, coño! ¡Eres más listo que todo esto! ¡Sabes que volver supondrá el fin para la Villa!

No, el tiempo ganado no le había servido para absolutamente nada. Ningún plan maestro, ninguna respuesta demoledora… No tenía absolutamente nada. «Si tan solo mis ojos fuesen más poderosos… Si tuviese el Mangekyō Sharingan…»
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



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RE: (Examen) El péndulo y los Uchiha - por Uchiha Datsue - 12/01/2018, 01:49


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