15/01/2018, 04:50
—Lo sé, pero no pensé que se fuesen a tirar… materia fecal —respondió nerviosa a la que aparentaba ser su madre.
La mayor simplemente suspiró ante tal respuesta y justo después la pelirroja se acercó a ambas y les agradeció personalmente por aquella chance que habían dado a celebrar el regreso del Inuzuka en uno de tantos comedores de la residencia.
Koko simplemente asintió ante tal gesto, mientras que la mujer optó por dedicarle unas palabras.
—Rezo porque la próxima vez que nos veamos sea en una situación algo más agradable, Eri-san —dijo la mujer esbozando una afable sonrisa dedicada a la Uzumaki.
No supo prácticamente nada de ella, pero la sinceridad que percibió en ella le había encantado. Una lástima que la haya conocido por un escándalo que involucraba mierda de perro. Aunque algunos otros también estaban dispuestos a retirarse aunque sin dedicar ni una sola palabra a los miembros del clan y por si fuera poco, hubo una chica en particular que la enorme fémina notó, tuvo conflictos para salir de allí sin mencionar que tenía algo extraño en su ropaje, principalmente en la zona baja.
—¿Y eso…? —preguntó frunciendo el ceño.
Curiosamente, para el momento en que la mujer preguntó por la suciedad presente en la vestimenta de Plum, Datsue ya se les había acercado y afirmó que se iría, aunque le encantaría llevarse la comida en un taper pero lamentablemente para él, una de las criadas se encargó de comenzar a dar explicaciones al respecto.
—Hombre, ni siquiera llegamos a mandarle las indicaciones a Maki, fijo que ni siquiera abrió la nevera —respondió la pecosa en un intento por librar a la Sakamoto de tener que cocinar semejantes platos solicitados por el pretencioso Uchiha.
Pero en ese momento la matriarca se volteó para mirar al shinobi, una mirada fulminante que dejaba en claro que no iba a aceptar una negativa por su parte…
—Tú no te vas hasta limpiar el estropicio que hiciste —afirmó con absoluta firmeza.
Ante ello, los mismos criados que habían dado los utensilios de limpieza a Nabi se encargaron de facilitarle los materiales a Datsue para que hiciese lo propio con los restos de su bomba pegajosa.
La mayor simplemente suspiró ante tal respuesta y justo después la pelirroja se acercó a ambas y les agradeció personalmente por aquella chance que habían dado a celebrar el regreso del Inuzuka en uno de tantos comedores de la residencia.
Koko simplemente asintió ante tal gesto, mientras que la mujer optó por dedicarle unas palabras.
—Rezo porque la próxima vez que nos veamos sea en una situación algo más agradable, Eri-san —dijo la mujer esbozando una afable sonrisa dedicada a la Uzumaki.
No supo prácticamente nada de ella, pero la sinceridad que percibió en ella le había encantado. Una lástima que la haya conocido por un escándalo que involucraba mierda de perro. Aunque algunos otros también estaban dispuestos a retirarse aunque sin dedicar ni una sola palabra a los miembros del clan y por si fuera poco, hubo una chica en particular que la enorme fémina notó, tuvo conflictos para salir de allí sin mencionar que tenía algo extraño en su ropaje, principalmente en la zona baja.
—¿Y eso…? —preguntó frunciendo el ceño.
Curiosamente, para el momento en que la mujer preguntó por la suciedad presente en la vestimenta de Plum, Datsue ya se les había acercado y afirmó que se iría, aunque le encantaría llevarse la comida en un taper pero lamentablemente para él, una de las criadas se encargó de comenzar a dar explicaciones al respecto.
—Hombre, ni siquiera llegamos a mandarle las indicaciones a Maki, fijo que ni siquiera abrió la nevera —respondió la pecosa en un intento por librar a la Sakamoto de tener que cocinar semejantes platos solicitados por el pretencioso Uchiha.
Pero en ese momento la matriarca se volteó para mirar al shinobi, una mirada fulminante que dejaba en claro que no iba a aceptar una negativa por su parte…
—Tú no te vas hasta limpiar el estropicio que hiciste —afirmó con absoluta firmeza.
Ante ello, los mismos criados que habían dado los utensilios de limpieza a Nabi se encargaron de facilitarle los materiales a Datsue para que hiciese lo propio con los restos de su bomba pegajosa.