16/01/2018, 18:29
«¿Un momento...?»
—¿No os suena de nada ese símbolo? —preguntó la chica, acercándose y señalando el símbolo que parecía quemado sobre la madera: una serpiente que se devoraba a sí misma, formando un círculo. Ella lo había visto moverse en las propias carnes del anciano que yacía muerto en ese mismo instante en su casa.
Y eso solo podía significar una cosa.
—Debe de estar ahí detrás, ahí podría estar la causa de los problemas de la casa —aceptó la kunoichi.
La joven palpó un poco la madera, con cuidado, para darse cuenta de que era demasiado gruesa como para ser derribada a puñetazos. Bufó y se giró, con pocas opciones para ver cómo podían descubrir lo que estaba dentro, al menos por su parte.
—¿No os suena de nada ese símbolo? —preguntó la chica, acercándose y señalando el símbolo que parecía quemado sobre la madera: una serpiente que se devoraba a sí misma, formando un círculo. Ella lo había visto moverse en las propias carnes del anciano que yacía muerto en ese mismo instante en su casa.
Y eso solo podía significar una cosa.
—Debe de estar ahí detrás, ahí podría estar la causa de los problemas de la casa —aceptó la kunoichi.
La joven palpó un poco la madera, con cuidado, para darse cuenta de que era demasiado gruesa como para ser derribada a puñetazos. Bufó y se giró, con pocas opciones para ver cómo podían descubrir lo que estaba dentro, al menos por su parte.