16/01/2018, 19:24
Pese a que Datsue estaba haciendo el examen de su vida —Akame jamás lo había visto tan ilusionado ni implicado en nada que concerniese a una evaluación teórica dentro del recinto de la Academia de las Olas—, el mayor de los Uchiha empezó a pensar que su Hermano quizás se estaba perdiendo demasiado en los detalles. Dejó que terminase de hablar y luego así se lo hizo saber.
—Datsue-kun, quizás estás intentando ser demasiado específico —Akame solía ser mucho más directo y menos educado con sus críticas, pero dada la situación y las buenas ideas que su compañero había estado aportando, decidió suavizar su intervención con un "quizás"—. Todo este tipo de cuestiones son supuestos que no pueden ser previstos de antemano. La planificación es una cualidad indispensable para cualquier ninja, pero también lo es la improvisación y el pensamiento a corto plazo.
Se recostó en su asiento, cruzando los brazos.
—Es de suponer que, en esta hipotética situación, no tendríamos tantos detalles sobre los objetivos —enunció Akame—, de lo contrario nos los habrían dado. Así pues, creo que nuestro planteamiento debe estar más orientado a lo general que perdernos en los enramajes de lo específico. ¿Los bandidos serían lo bastante valientes como para atracar a un comerciante solitario? ¿O preferirían esperar a que deje sus posesiones desatendidas? —se encogió de hombros—. No creo que hubiera una manera de saberlo de antemano.
Tal y como Akame lo veía, la respuesta a la que ambos habían llegado cubría de sobra lo requerido en la prueba teórica.
—Datsue-kun, quizás estás intentando ser demasiado específico —Akame solía ser mucho más directo y menos educado con sus críticas, pero dada la situación y las buenas ideas que su compañero había estado aportando, decidió suavizar su intervención con un "quizás"—. Todo este tipo de cuestiones son supuestos que no pueden ser previstos de antemano. La planificación es una cualidad indispensable para cualquier ninja, pero también lo es la improvisación y el pensamiento a corto plazo.
Se recostó en su asiento, cruzando los brazos.
—Es de suponer que, en esta hipotética situación, no tendríamos tantos detalles sobre los objetivos —enunció Akame—, de lo contrario nos los habrían dado. Así pues, creo que nuestro planteamiento debe estar más orientado a lo general que perdernos en los enramajes de lo específico. ¿Los bandidos serían lo bastante valientes como para atracar a un comerciante solitario? ¿O preferirían esperar a que deje sus posesiones desatendidas? —se encogió de hombros—. No creo que hubiera una manera de saberlo de antemano.
Tal y como Akame lo veía, la respuesta a la que ambos habían llegado cubría de sobra lo requerido en la prueba teórica.