27/01/2018, 18:43
El Kage bunshin oteó, de nuevo, aquel paupérrimo hogar. Pero, más que detalles inservibles como platos a medio comer en la cocina y los típicos utensilios que se pueden encontrar en un baño, nada le derivó a pensar que algo en los espacios más abiertos podría servirle para irse de ahí con alguna información veraz, que hasta ahora se le escondía a gazapos. Ahora, sólo tenía un cadáver. Quizás, tendría que empezar y terminar por él.
Por el cuerpo de un hombre cuya identidad aún permanecía desconocida, aunque Akame sabía con certeza que podría descubrirlo una vez que pudiese hablarlo con Shinjaka.
Para el Uchiha, o para aquellos dos clones que le hacían la par de detective, resultaba evidente que la única chance que tenían era la de revisar con más introspección el interior de la habitación. Desde la puerta —donde el clon número uno se había convertido, de alguna forma, en un reloj de tiempo que evitaría de momento una caótica explosión de grandes proporciones—; se podían ver algunos sectores del cuarto que valdría la pena revisar. Tendría que hacerlo con sumo cuidado, evitando tocar algún conexionado de hilo que pudiera activar la trampa mortal. Una que, de cualquier forma, iba a volar todo en pedazos salvo que Akame tuviera la pericia suficiente como para desactivar un entramado explosivo como aquel. Tenía su ciencia, tenía su sentido. Pero había que descubrirlo.
Y valía la pena intentarlo, ya que habían un par de carpetas con documentos en la mesa de noche que tal vez podría contener información privilegiada.
Al otro extremo, sobre un perchero, un uniforme militar negro.
Del resto, pulcritud mezclada con sangre. Mucha sangre.
—Paso —expresó el noble, renuente. Dejando que sus cartas fraguaran el camino hasta el maso del dealer, sin ser descubiertas.
Etsu hizo lo mismo y recogió su pote.
—¿Arrojado? —indagó, acomodando sus fichas—. las batallas has de lucharlas hasta el final, aún y cuando tengas la certeza empírica y humana de que tienes todas las de perder.
Y aunque sus cartas no habían sido descubiertas, con lo dicho Datsue sintió el amargo puñal de la desidia. Del subterfugio. Del engaño en su máximo esplendor.
Shin y Etsu pagaron la mínima y la máxima, respectivamente.
Las cartas volvieron a volar hasta sus dueños, y una nueva oportunidad se abría frente a los jugadores.
Por el cuerpo de un hombre cuya identidad aún permanecía desconocida, aunque Akame sabía con certeza que podría descubrirlo una vez que pudiese hablarlo con Shinjaka.
Para el Uchiha, o para aquellos dos clones que le hacían la par de detective, resultaba evidente que la única chance que tenían era la de revisar con más introspección el interior de la habitación. Desde la puerta —donde el clon número uno se había convertido, de alguna forma, en un reloj de tiempo que evitaría de momento una caótica explosión de grandes proporciones—; se podían ver algunos sectores del cuarto que valdría la pena revisar. Tendría que hacerlo con sumo cuidado, evitando tocar algún conexionado de hilo que pudiera activar la trampa mortal. Una que, de cualquier forma, iba a volar todo en pedazos salvo que Akame tuviera la pericia suficiente como para desactivar un entramado explosivo como aquel. Tenía su ciencia, tenía su sentido. Pero había que descubrirlo.
Y valía la pena intentarlo, ya que habían un par de carpetas con documentos en la mesa de noche que tal vez podría contener información privilegiada.
Al otro extremo, sobre un perchero, un uniforme militar negro.
Del resto, pulcritud mezclada con sangre. Mucha sangre.
El entramado de sellos explosivos hace símil a una intrincada trampa bomba elaborada, probablemente, por un experimentado en la materia. Consta de alrededor de 20 papeles de gran capacidad que, conectados en un entramado cruce de hilos, el movimiento erróneo de cualquiera de estos puede activarlo, sin más. El Sharingan de Akame, sin embargo, pudo comprobar que entre los cruces había tres puntos de anclaje que según el orden en el que fueran cortados, podrían desmontar la trampa.
Para poder ser consecuente en el orden a ser cortados, el personaje de Akame hará una tirada extendida de 10 dados (Des+Int) durante tres turnos. Necesita acumular un total de 6 éxitos a dif +8 para lograr desactivar los tres tramos de la trampa. O de lo contrario, "Kaboom"
«2 - 8 - 1 - 5 - 6 - 9 - 2 - 2 - 8 - 3»
Para poder ser consecuente en el orden a ser cortados, el personaje de Akame hará una tirada extendida de 10 dados (Des+Int) durante tres turnos. Necesita acumular un total de 6 éxitos a dif +8 para lograr desactivar los tres tramos de la trampa. O de lo contrario, "Kaboom"
«2 - 8 - 1 - 5 - 6 - 9 - 2 - 2 - 8 - 3»
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—Paso —expresó el noble, renuente. Dejando que sus cartas fraguaran el camino hasta el maso del dealer, sin ser descubiertas.
Etsu hizo lo mismo y recogió su pote.
—¿Arrojado? —indagó, acomodando sus fichas—. las batallas has de lucharlas hasta el final, aún y cuando tengas la certeza empírica y humana de que tienes todas las de perder.
Y aunque sus cartas no habían sido descubiertas, con lo dicho Datsue sintió el amargo puñal de la desidia. Del subterfugio. Del engaño en su máximo esplendor.
. . .
Shin y Etsu pagaron la mínima y la máxima, respectivamente.
Las cartas volvieron a volar hasta sus dueños, y una nueva oportunidad se abría frente a los jugadores.