28/01/2018, 00:57
Afortunadamente para Juro, Tane-Shigai se encontraba justamente donde él había predicho. En su país. Y aunque fuese el shinobi más torpe en cuanto a orientación, el bosque, al menos, no le molestaba.
« Lo sabía. Todo el esfuerzo mereció la pena »
A pesar de haber estado cerca, había salido con semanas de antelación. Se había perdido varias veces — tal y cómo había predicho — y había tomado desvios imprevistos. Todo para llegar a tiempo. El día acordado.
Los astros parecían haberse juntado. El chico podría haber llegado muy pronto o muy tarde, pero en lugar de eso, había llegado perfectamente. Un tanto justo de tiempo — cuando atisbó la entrada, el sol acababa de salir —, pero había llegado oficialmente en el día acordado.
Se despidió del bosque que tan amablemente le había tratado y fue en dirección a la entrada principal, preguntandose si Nabi se encontraría por ahí.
« Deberíamos haber dicho una hora en concreto. Podría llegar por la mañana o por la tarde... »
Pero otra vez, el chico estaba de suerte. Nabi había pensando en lo mismo.
Aun a lo lejos, pudo distinguir las dos figuras que hacían el ninja de Uzushiogakure y su perro, Stuffy. Para sorpresa de Juro, estaban durmiendo los dos. ¿Cuánto tiempo llevarían esperando?
Juro se acercó a una distancia prudencial, por miedo a llevarse un ataque por un Nabi somnoliento.
— ¡Buenos días, chicos! — exclamó, sonriente a pesar de la hora — Veo que estais cansados. Tendreís que espabilar, si es que vamos a trabajar aqui.
Juro se puso a su lado, mientras los dos empezaban a moverse.
— ¿Qué tal? ¿Cómo fue el regreso a tu villa?
« Lo sabía. Todo el esfuerzo mereció la pena »
A pesar de haber estado cerca, había salido con semanas de antelación. Se había perdido varias veces — tal y cómo había predicho — y había tomado desvios imprevistos. Todo para llegar a tiempo. El día acordado.
Los astros parecían haberse juntado. El chico podría haber llegado muy pronto o muy tarde, pero en lugar de eso, había llegado perfectamente. Un tanto justo de tiempo — cuando atisbó la entrada, el sol acababa de salir —, pero había llegado oficialmente en el día acordado.
Se despidió del bosque que tan amablemente le había tratado y fue en dirección a la entrada principal, preguntandose si Nabi se encontraría por ahí.
« Deberíamos haber dicho una hora en concreto. Podría llegar por la mañana o por la tarde... »
Pero otra vez, el chico estaba de suerte. Nabi había pensando en lo mismo.
Aun a lo lejos, pudo distinguir las dos figuras que hacían el ninja de Uzushiogakure y su perro, Stuffy. Para sorpresa de Juro, estaban durmiendo los dos. ¿Cuánto tiempo llevarían esperando?
Juro se acercó a una distancia prudencial, por miedo a llevarse un ataque por un Nabi somnoliento.
— ¡Buenos días, chicos! — exclamó, sonriente a pesar de la hora — Veo que estais cansados. Tendreís que espabilar, si es que vamos a trabajar aqui.
Juro se puso a su lado, mientras los dos empezaban a moverse.
— ¿Qué tal? ¿Cómo fue el regreso a tu villa?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60