29/01/2018, 22:04
—¿Listo? —preguntó Aiko, a las puertas de la ventana que les transportaría a otro tiempo, cultura y época.
Datsue esbozó una media sonrisa. ¿Qué si estaba listo? Uno nunca lo estaba lo suficiente. No importaba lo mucho que te preparases, lo mucho que planificases todo, siempre sucedía algo inesperado que podía ponerte contra las cuerdas. No, por supuesto que no estaba…
—Siempre lo estoy —contestó en su lugar, Datsue el Intrépido. Le guiñó un ojo y se adentró junto a ella a la tumba.
Por minutos, lo único que recorrieron fue un largo pasillo, pobremente iluminado por las lámparas de aceite que los hombres transportaban. Sin embargo, logró discernir varias figuras curiosas en las paredes. Dibujos de tiempos remotos. Y, entre ellos…
—Un momento —murmuró, señalando una serpiente que se devoraba a sí misma—. Yo conozco…
—¡Alto! —El vozarrón de Muten Rōshi le puso en estado de alerta. Dio un respingo involuntario y formó las manos en un sello de Carnero. Por suerte, no se trataba de ningún peligro inminente, sino tan solo de un pequeño obstáculo en el camino.
Suspiró, bajando de nuevo los brazos.
Tras discutir cómo afrontar aquel contratiempo, se decidió que los obreros harían una especie de puente para pasar, y tanto los profesores como el jefe de seguridad volvieron a la superficie.
—¿Vamos con ellos? —preguntó Datsue a Aiko, al no tener muchas ganas de quedarse a ayudar y, además, quería comentar el tema de los uróboros con los profesores.
»Esto me empieza a dar mala espina, tía —comentaría en voz baja a la kunoichi—. Reconozco un símbolo que hay en la pared… y no está relacionado con nada bueno.
Datsue esbozó una media sonrisa. ¿Qué si estaba listo? Uno nunca lo estaba lo suficiente. No importaba lo mucho que te preparases, lo mucho que planificases todo, siempre sucedía algo inesperado que podía ponerte contra las cuerdas. No, por supuesto que no estaba…
—Siempre lo estoy —contestó en su lugar, Datsue el Intrépido. Le guiñó un ojo y se adentró junto a ella a la tumba.
Por minutos, lo único que recorrieron fue un largo pasillo, pobremente iluminado por las lámparas de aceite que los hombres transportaban. Sin embargo, logró discernir varias figuras curiosas en las paredes. Dibujos de tiempos remotos. Y, entre ellos…
—Un momento —murmuró, señalando una serpiente que se devoraba a sí misma—. Yo conozco…
—¡Alto! —El vozarrón de Muten Rōshi le puso en estado de alerta. Dio un respingo involuntario y formó las manos en un sello de Carnero. Por suerte, no se trataba de ningún peligro inminente, sino tan solo de un pequeño obstáculo en el camino.
Suspiró, bajando de nuevo los brazos.
Tras discutir cómo afrontar aquel contratiempo, se decidió que los obreros harían una especie de puente para pasar, y tanto los profesores como el jefe de seguridad volvieron a la superficie.
—¿Vamos con ellos? —preguntó Datsue a Aiko, al no tener muchas ganas de quedarse a ayudar y, además, quería comentar el tema de los uróboros con los profesores.
»Esto me empieza a dar mala espina, tía —comentaría en voz baja a la kunoichi—. Reconozco un símbolo que hay en la pared… y no está relacionado con nada bueno.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado