2/02/2018, 23:37
(Última modificación: 2/02/2018, 23:37 por Inuzuka Nabi.)
—¿El Árbol del Amor, decís? Está pasando unas calles, os acompañaré, aunque espero que no estéis yendo allí por... Sus servicios.
— No necesitamos ninguno de sus servicios, sean los que sean, es que una anciana le salvó la vida a Juro tras que éste fuese atacado por una bestia sanguinaria e increíblemente fuerte. Y nos dijo que le pagásemos, pero no llevábamos suficiente dinero, así que nos dijo que viniésemos aquí a pagar con nuestra sangre y sudor.
No tardamos en llegar al lugar, que Ryu conocía a la perfección sospechosamente. Poco me importaba eso ahora, miré el lugar detenidamente, esperando encontrar una pista de qué se hacía ahí dentro. Fuese lo que fuese, no parecía tener necesidad alguna de dos niños ninja, sino más bien de dos chicas adolescentes que buscan un lugar donde cobrar por hacer algo que no necesitase estudio ni preparación alguna.
Levanté una ceja mientras volvía a mirar el exterior de arriba a abajo.
—Bueno... Es aquí, espero que os lo paséis bien. Le diré a Eri dónde estáis si pregunta luego, espero volver a veros, ¡hasta otra!
— ¡Gracias, Ryuusuke-sama!
Me incliné levemente haciendo una modesta reverencia a mi superior. No había tenido la oportunidad de dar una buena impresión al hermano de Eri anteriormente y no me había encontrado en mi mejor momento, así que como mínimo me recordaría como muy educado y tradicional. Respetable también.
— Bueno, Juro, detrás tuyo, que eres el representante legal, tú delante. Valiente. Caballeroso. Hombretón.
Me puse a un lado de la puerta cediéndole el paso a mi compañero kuseño, mientras Stuffy se ponía en el otro lado, haciendo un pasillo para el moreno.
— No necesitamos ninguno de sus servicios, sean los que sean, es que una anciana le salvó la vida a Juro tras que éste fuese atacado por una bestia sanguinaria e increíblemente fuerte. Y nos dijo que le pagásemos, pero no llevábamos suficiente dinero, así que nos dijo que viniésemos aquí a pagar con nuestra sangre y sudor.
No tardamos en llegar al lugar, que Ryu conocía a la perfección sospechosamente. Poco me importaba eso ahora, miré el lugar detenidamente, esperando encontrar una pista de qué se hacía ahí dentro. Fuese lo que fuese, no parecía tener necesidad alguna de dos niños ninja, sino más bien de dos chicas adolescentes que buscan un lugar donde cobrar por hacer algo que no necesitase estudio ni preparación alguna.
Levanté una ceja mientras volvía a mirar el exterior de arriba a abajo.
—Bueno... Es aquí, espero que os lo paséis bien. Le diré a Eri dónde estáis si pregunta luego, espero volver a veros, ¡hasta otra!
— ¡Gracias, Ryuusuke-sama!
Me incliné levemente haciendo una modesta reverencia a mi superior. No había tenido la oportunidad de dar una buena impresión al hermano de Eri anteriormente y no me había encontrado en mi mejor momento, así que como mínimo me recordaría como muy educado y tradicional. Respetable también.
— Bueno, Juro, detrás tuyo, que eres el representante legal, tú delante. Valiente. Caballeroso. Hombretón.
Me puse a un lado de la puerta cediéndole el paso a mi compañero kuseño, mientras Stuffy se ponía en el otro lado, haciendo un pasillo para el moreno.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)