3/02/2018, 23:10
La mujer levantó la mirada y los escudriñó con los ojos mientras el moreno de la pareja explicaba el por qué estaban allí y por qué la estaban molestando con su palabrería. Dejó el bolígrafo en la mesa y se cruzó de brazos.
—¿Buscáis a Madamme Vanilla, no es así? —preguntó, arqueando una ceja —. Primer piso, tercera puerta. Lo encontraréis fácilmente porque pone su nombre en ella, suerte.
Volvió a decirlo en un tono impersonal, señalando la escalera de caracol donde cabían dos personas perfectamente juntos, les dirigió una última mirada y volvió a sus tareas habituales.
Juro y Nabi tendrían que dirigirse a la escalera de caracol que había señalado la mujer, la cual parecía no tener fin desde ahí abajo. La verdad es que, ahora que se fijaban, las paredes estaban decoradas con demasiados motivos de colores vivos, rosas, sobre todo; y diversas cintas fucsias que adornaban toda la sala. Frente a la recepción había un pequeño sofá rojo, a juego con la alfombra que aparecía desde la puerta y se perdía por todas las habitaciones de la planta baja.
Si subían a la primera planta verían la misma estampa que en la anterior: una alfombra que se extendía por todo el pasillo, cintas y demás decoraciones con motivos amorosos por todas partes y una serie puertas cerradas con diferentes nombres escritos en una placa metálica.
La tercera rezaba: Madamme Vanilla. Para su sorpresa, la puerta se encontraba entreabierta, y desde dentro se comenzaba a escuchar.
—...No, Sakura está cogida... No, lo siento, eso no entra dentro de nuestros servicios... Sí, puede venir cuando quiera...
—¿Buscáis a Madamme Vanilla, no es así? —preguntó, arqueando una ceja —. Primer piso, tercera puerta. Lo encontraréis fácilmente porque pone su nombre en ella, suerte.
Volvió a decirlo en un tono impersonal, señalando la escalera de caracol donde cabían dos personas perfectamente juntos, les dirigió una última mirada y volvió a sus tareas habituales.
Juro y Nabi tendrían que dirigirse a la escalera de caracol que había señalado la mujer, la cual parecía no tener fin desde ahí abajo. La verdad es que, ahora que se fijaban, las paredes estaban decoradas con demasiados motivos de colores vivos, rosas, sobre todo; y diversas cintas fucsias que adornaban toda la sala. Frente a la recepción había un pequeño sofá rojo, a juego con la alfombra que aparecía desde la puerta y se perdía por todas las habitaciones de la planta baja.
Si subían a la primera planta verían la misma estampa que en la anterior: una alfombra que se extendía por todo el pasillo, cintas y demás decoraciones con motivos amorosos por todas partes y una serie puertas cerradas con diferentes nombres escritos en una placa metálica.
La tercera rezaba: Madamme Vanilla. Para su sorpresa, la puerta se encontraba entreabierta, y desde dentro se comenzaba a escuchar.
—...No, Sakura está cogida... No, lo siento, eso no entra dentro de nuestros servicios... Sí, puede venir cuando quiera...
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)