6/02/2018, 16:39
(Última modificación: 6/02/2018, 16:39 por Inuzuka Nabi.)
—Sí, ha sido... Extraño. Puede que esté relacionado con el robo, pero no podemos sacar conjeturas nada más llegar, lo primero es hablar con Tono-san.
— Y preguntarle si ha visto a alguien con un "tono" de piel azul. ¿Lo pillas? Tono de tono, no de Tono.
—Queda un rato, y con toda esta gente... No será tan fácil llegar, Nabi, ¿está Stuffy bien?
— ¿...sí...?
Busqué con la mirada a Stuffy y no tardé en encontrarlo, haciendo eses mientras subía cuesta arriba ignorando su energía y su correcto uso y administración a lo largo de toda la misión.
— Bien, bien... no ha estado nunca, pero vivirá para contarlo.
En un rato nos plantamos delante del inmenso edificio cuya inmensa puerta estaba inmensamente cerrada. Los turistas, incapaces de entrar, se repartían por los alrededores buscando sitios donde hubiese una buena vista del paisaje. Qué bien viven los civiles, inconscientes de que estaban EN EL LUGAR DEL CRIMEN. Stuffy al llegar y ver la puerta cerrada no se lo pensó dos veces y se tumbó ahí en medio, a un metro de la puerta.
—Nabi, mira, está cerrado... Creo que tendremos que hablar con los guardias, identificarnos y enseñar el pergamino, espero que con eso baste para que nos dejen entrar...
Si fuera solo, ya estaría metiendole a un guardia de esos el pergamino por el ojo, metafóricamente claro, pero Eri era más refinada y tenía eso tan raro y tan útil, el... la... eso de hablar bien... ¿Diplodocus? Diplomarxismo. ¡Diplomacia! Eso, diplomacia. Qué raro me suena de repente.
— Pues cuando quieras, Eri-chan, tú mandas. Estoy en tus manos, lo que tú digas está bien. A sus pies, Eri-hime.
— Y preguntarle si ha visto a alguien con un "tono" de piel azul. ¿Lo pillas? Tono de tono, no de Tono.
—Queda un rato, y con toda esta gente... No será tan fácil llegar, Nabi, ¿está Stuffy bien?
— ¿...sí...?
Busqué con la mirada a Stuffy y no tardé en encontrarlo, haciendo eses mientras subía cuesta arriba ignorando su energía y su correcto uso y administración a lo largo de toda la misión.
— Bien, bien... no ha estado nunca, pero vivirá para contarlo.
En un rato nos plantamos delante del inmenso edificio cuya inmensa puerta estaba inmensamente cerrada. Los turistas, incapaces de entrar, se repartían por los alrededores buscando sitios donde hubiese una buena vista del paisaje. Qué bien viven los civiles, inconscientes de que estaban EN EL LUGAR DEL CRIMEN. Stuffy al llegar y ver la puerta cerrada no se lo pensó dos veces y se tumbó ahí en medio, a un metro de la puerta.
—Nabi, mira, está cerrado... Creo que tendremos que hablar con los guardias, identificarnos y enseñar el pergamino, espero que con eso baste para que nos dejen entrar...
Si fuera solo, ya estaría metiendole a un guardia de esos el pergamino por el ojo, metafóricamente claro, pero Eri era más refinada y tenía eso tan raro y tan útil, el... la... eso de hablar bien... ¿Diplodocus? Diplomarxismo. ¡Diplomacia! Eso, diplomacia. Qué raro me suena de repente.
— Pues cuando quieras, Eri-chan, tú mandas. Estoy en tus manos, lo que tú digas está bien. A sus pies, Eri-hime.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)