8/02/2018, 19:49
Akame sonrió con suficiencia ante el comentario de su Hermano. No es que Datsue fuese difícil de impresionar —tampoco fácil—, pero no era dado a los halagos sinceros; y aquel sonaba como uno. Saboreado el momento, el Uchiha volvió a centrarse en la misión. Dejó que Datsue completara su técnica de sellado sin perder un detalle de aquella disciplina que siempre le había parecido curiosa. Pese a que él era mil veces más estudioso y disciplinado que su camarada, Akame nunca había conseguido agarrarle la mano al Fuuinjutsu, mientras que Datsue lo había entendido al vuelo.
Hechos los preparativos, se dispusieron a caminar; no sin antes lanzar una daga al aire. Akame esbozó una sonrisa socarrona y soltó una carcajada más ácida todavía.
—Sí, yo tampoco lo entiendo... Puse que te decapitaría y cagaría sobre tu cadáver mientras bebía té blanco en tu cráneo —comentó, jocoso, con fingido tono formal.
Luego, ultimaron detalles sobre su tapadera. Akame asintió; le parecía bien.
—Suzuki Okane, me gusta. Tiene gancho —valoró, con un brazo cruzado y el otro apoyado sobre éste, la mano en el mentón con pose regia—. Y sí, deberíamos tener nombres falsos. "Uchiha" suena demasiado... Demasiado no-inofensivo —agregó con una sonrisa orgullosa—. Yo podría ser Ōe Kenzaburō, y tú... Kurosawa Akira.
No supo por qué, pero aquellos dos nombres le sonaban excepcionalmente bien. Tenían gancho.
Hechos los preparativos, se dispusieron a caminar; no sin antes lanzar una daga al aire. Akame esbozó una sonrisa socarrona y soltó una carcajada más ácida todavía.
—Sí, yo tampoco lo entiendo... Puse que te decapitaría y cagaría sobre tu cadáver mientras bebía té blanco en tu cráneo —comentó, jocoso, con fingido tono formal.
Luego, ultimaron detalles sobre su tapadera. Akame asintió; le parecía bien.
—Suzuki Okane, me gusta. Tiene gancho —valoró, con un brazo cruzado y el otro apoyado sobre éste, la mano en el mentón con pose regia—. Y sí, deberíamos tener nombres falsos. "Uchiha" suena demasiado... Demasiado no-inofensivo —agregó con una sonrisa orgullosa—. Yo podría ser Ōe Kenzaburō, y tú... Kurosawa Akira.
No supo por qué, pero aquellos dos nombres le sonaban excepcionalmente bien. Tenían gancho.