8/02/2018, 23:21
—Pffffffff —Akame hizo una sonora pedorreta ante la puya de su Hermano—. ¿Te parece que nos centremos? Tenemos una misión entre manos. Ya sabes, algo importante. Trabajo —recalcó con un tono deliberadamente condescendiente.
«Pues vamos allá. Ooe Kenzaburō, lazarillo de Suzuki Okane-dono, vengo en nombre de mi empleador para adquirir una propiedad en Minoshi», se recordó mentalmente el Uchiha. Entonces cayó en la cuenta de un pequeño pero crucial detalle.
—Eh, Datsue-kun. ¿Y de dónde se supone que venimos? Es algo que nos van a preguntar sí o sí a las primeras de cambio. Podríamos decir que nuestro jefe reside en Yamiria —sugirió Akame—. Conocemos la ruta y no todos los senderos pasan forzosamente por el Puente Kannabi, así que podría justificar el que no nos hayamos topado con los bandidos durante el camino.
Pulido aquel último detalle, y si a Datsue le parecía bien, Akame emprendería el camino bajando la loma en dirección a Minoshi.
«Vamos, hijos de puta. Superaremos esta prueba, pase lo que pase».
«Pues vamos allá. Ooe Kenzaburō, lazarillo de Suzuki Okane-dono, vengo en nombre de mi empleador para adquirir una propiedad en Minoshi», se recordó mentalmente el Uchiha. Entonces cayó en la cuenta de un pequeño pero crucial detalle.
—Eh, Datsue-kun. ¿Y de dónde se supone que venimos? Es algo que nos van a preguntar sí o sí a las primeras de cambio. Podríamos decir que nuestro jefe reside en Yamiria —sugirió Akame—. Conocemos la ruta y no todos los senderos pasan forzosamente por el Puente Kannabi, así que podría justificar el que no nos hayamos topado con los bandidos durante el camino.
Pulido aquel último detalle, y si a Datsue le parecía bien, Akame emprendería el camino bajando la loma en dirección a Minoshi.
«Vamos, hijos de puta. Superaremos esta prueba, pase lo que pase».