13/02/2018, 12:02
Daruu levantó una ceja y sonrió, incrédulo.
—Ayame, relájate un poco —dijo—. Sólo es un poco de hidromiel pluvial. Está buena. Está dulce. No soy alcóholico ni me voy a emborrachar. Tranquilízate. —Se dirigió hacia Kōri—: ¿De verdas crees que te van a traer los bollitos de vainilla de mi madre, sensei?
Al cabo de un rato, el camarero volvió con una bandeja enorme. Era una pizza carbonara de tamaño familiar.
—Como los demás no han pedido nada, he supuesto que era para compartir —dijo—. Ahora vengo con las bebidas. —Se acercó a la barra, y cogió otra bandeja—. ¡Y con el postre! Aquí tenéis. Chica, como no has pedido nada te he traído una jarra con agua, para que al menos bebas algo. ¡Que aproveche!
Daruu observó su jarra y su pizza, y dio un trago de la primera. Sabía igual que la de Los kunai cruzados. Arrugó el entrecejo.
—Tenemos que salir de aquí —susurró—. No sé cuánto tiempo pasa en el mundo real mientras lo hace aquí, pero nuestros cuerpos están ahí fuera sin poder comer ni beber. Esta comida no es real.
—Ayame, relájate un poco —dijo—. Sólo es un poco de hidromiel pluvial. Está buena. Está dulce. No soy alcóholico ni me voy a emborrachar. Tranquilízate. —Se dirigió hacia Kōri—: ¿De verdas crees que te van a traer los bollitos de vainilla de mi madre, sensei?
Al cabo de un rato, el camarero volvió con una bandeja enorme. Era una pizza carbonara de tamaño familiar.
—Como los demás no han pedido nada, he supuesto que era para compartir —dijo—. Ahora vengo con las bebidas. —Se acercó a la barra, y cogió otra bandeja—. ¡Y con el postre! Aquí tenéis. Chica, como no has pedido nada te he traído una jarra con agua, para que al menos bebas algo. ¡Que aproveche!
Daruu observó su jarra y su pizza, y dio un trago de la primera. Sabía igual que la de Los kunai cruzados. Arrugó el entrecejo.
—Tenemos que salir de aquí —susurró—. No sé cuánto tiempo pasa en el mundo real mientras lo hace aquí, pero nuestros cuerpos están ahí fuera sin poder comer ni beber. Esta comida no es real.