14/02/2018, 12:48
Shiruuba conocía el hidromiel pluvial, en eso no había dudas, pero era muy difícil replicar los bollitos de vainilla de la pastelería de su madre. Los bollos no tenían la misma forma, y sin duda, tampoco sabrían de igual manera. Eso significaba qué...
—Es evidente que Shiruuba no puede cumplir los deseos de todo el mundo —dijo Daruu, en un susurro—. Lo que ocurre es que se esfuerza por mantener cómodo a todo el mundo. Como en cualquier Genjutsu, no puedes crear sensaciones que no conoces ni imitar formas que podrían ser cualquiera, si no eres capaz de leer la mente del otro.
El camarero se había alejado unos metros, dispuesto a volver a la barra, pero se giró inmediatamente cuando Kōri llamó su atención con una nueva pregunta.
—Ella vela por todos nosotros —dijo, con la mirada perdida del fanático de cualquier religión—. Ella nos juzgó y decidió que fuimos válidos para venir al paraíso. Ella es Todo, y Todo es Ella. Se ocupa de que haya de todo lo bueno con su poder ilimitado, y se ocupa de que no haya nada malo, también.
—¿Cómo se ocupa de que no haya nada malo? ¿Y si alguno de vosotros decide, por ejemplo... robar a otro?
—¿Para qué? ¡Si tenemos todo lo que queremos! —Claro. Aquella lógica era aplastante—. Excepto si te niegas a aceptar tu muerte y crees que todavía estás vivo, claro. Eso no puede ser. A todo el mundo le cuesta, pero hay gente que no lo acepta. Esa gente va al Infierno.
Daruu entrecerró los ojos.
—¿El Infierno?
Nadie sabe lo que es, pero esa gente no vuelve, y bien merecido se lo tienen. Hay quien intenta incluso atacar a la Diosa. ¡Qué locura!
Daruu intercambió miradas con Ayame y con Kōri.
—Es evidente que Shiruuba no puede cumplir los deseos de todo el mundo —dijo Daruu, en un susurro—. Lo que ocurre es que se esfuerza por mantener cómodo a todo el mundo. Como en cualquier Genjutsu, no puedes crear sensaciones que no conoces ni imitar formas que podrían ser cualquiera, si no eres capaz de leer la mente del otro.
El camarero se había alejado unos metros, dispuesto a volver a la barra, pero se giró inmediatamente cuando Kōri llamó su atención con una nueva pregunta.
—Ella vela por todos nosotros —dijo, con la mirada perdida del fanático de cualquier religión—. Ella nos juzgó y decidió que fuimos válidos para venir al paraíso. Ella es Todo, y Todo es Ella. Se ocupa de que haya de todo lo bueno con su poder ilimitado, y se ocupa de que no haya nada malo, también.
—¿Cómo se ocupa de que no haya nada malo? ¿Y si alguno de vosotros decide, por ejemplo... robar a otro?
—¿Para qué? ¡Si tenemos todo lo que queremos! —Claro. Aquella lógica era aplastante—. Excepto si te niegas a aceptar tu muerte y crees que todavía estás vivo, claro. Eso no puede ser. A todo el mundo le cuesta, pero hay gente que no lo acepta. Esa gente va al Infierno.
Daruu entrecerró los ojos.
—¿El Infierno?
Nadie sabe lo que es, pero esa gente no vuelve, y bien merecido se lo tienen. Hay quien intenta incluso atacar a la Diosa. ¡Qué locura!
Daruu intercambió miradas con Ayame y con Kōri.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)