15/02/2018, 20:01
Después de un rato sin decir nada, escuchando a ambos jóvenes y regalándoles miradas para nada agradables, la kunoichi comenzaba a sospechar que les diría que se fueran por donde habían venido. Sin embargo ella se quedó allí, en su sitio, quieta y aguantando su azulada mirada a aquel hombre al que tenían que servir.
—"Tsuwamono-san" —corrigió a Eri, la cual solo pudo atinar a apretar los dientes—. Si es que debería haberle pedido ayuda a Amegakure o Kusagakure, con tantos cambios de Kage Uzushiogakure se está hundiendo en la miseria... —se volvió hacia los guardias—. ¡Abrid las puertas!
«¿Es que somos peores que Amegakure y Kusagakure? Ya verá qué opina cuando terminemos el trabajo...» Se dijo mentalmente la chica, volviéndose a poner el jersey que reposaba sobre su cintura, suponiendo que, a lo mejor, dentro del museo haría más frío que fuera de él. Sin embargo cuando por fin iban a pasar al gran edificio, el señor Tsuwamono se giró y miró a Stuffy directamente.
—No están permitidos los perros dentro del museo.
Eri sabía que Stuffy y Nabi eran dos en uno, ambos eran un equipo, ¿debería intervenir para intentar lograr que el hombre cambiase de parecer? ¿Qué opinaría el Inuzuka al respecto? Giró su rostro y lo miró directamente a los ojos, buscando alguna respuesta en ellos. Era su turno de decir algo, aunque esperaba que no la cagase.
—"Tsuwamono-san" —corrigió a Eri, la cual solo pudo atinar a apretar los dientes—. Si es que debería haberle pedido ayuda a Amegakure o Kusagakure, con tantos cambios de Kage Uzushiogakure se está hundiendo en la miseria... —se volvió hacia los guardias—. ¡Abrid las puertas!
«¿Es que somos peores que Amegakure y Kusagakure? Ya verá qué opina cuando terminemos el trabajo...» Se dijo mentalmente la chica, volviéndose a poner el jersey que reposaba sobre su cintura, suponiendo que, a lo mejor, dentro del museo haría más frío que fuera de él. Sin embargo cuando por fin iban a pasar al gran edificio, el señor Tsuwamono se giró y miró a Stuffy directamente.
—No están permitidos los perros dentro del museo.
Eri sabía que Stuffy y Nabi eran dos en uno, ambos eran un equipo, ¿debería intervenir para intentar lograr que el hombre cambiase de parecer? ¿Qué opinaría el Inuzuka al respecto? Giró su rostro y lo miró directamente a los ojos, buscando alguna respuesta en ellos. Era su turno de decir algo, aunque esperaba que no la cagase.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)