23/02/2018, 00:32
Ayudándose del chakra para adherirse a las paredes del túnel y subir con mayor facilidad, Datsue llegó a la boca de la salida instantes después de que la kunoichi lo hiciese. En ese momento, si su teoría sobre Jonaro era cierta o no —puesta en duda por ambos profesores— carecía ya de importancia. Los soldados del Daimyō habían llegado, y demandaban sangre.
—El ejercito del Damyo está arriba, y han matado a todos.
Tal fue la sorpresa de Datsue, estupefacto, que se quedó con la misma cara que si le hubiesen soltado una bofetada: boquiabierto y con los ojos como platos. Se obligó a sacar de nuevo la cabeza, y el destello de las espadas entrechocando con otras o bañándose de sangre se reflejó en sus pupilas. No, quizá el resultado era el que aventuraba Aiko, pero la batalla todavía no había finalizado.
Entonces, ¿a qué venía aquello? Simplemente tenía mala vista, ¿o quería asustar a los profesores para que siguiesen sus consejos? A Datsue no le importaba apoyarla en la mentira, pero el plan que acababa de sugerir —quedarse escondidos hasta que la cosa se calmase—, no sabía si le convencía del todo.
Desvió la mirada hacia los profesores —si es que habían logrado subir junto a ellos—, y chasqueó la lengua.
—A veces, lo prudente es temerario y lo temerario prudente —dijo, poniendo voz a sus pensamientos. Era una decisión jodida, que no debían tomar a la ligera, pero el reloj seguía su curso, y cuanto más tardasen en decidirse, peor sería—. Yo digo que aprovechemos mientras todavía están entretenidos en el campamento, bajo el cobijo de la noche. Como esperemos demasiado, igual la ventaja que tenemos ahora se nos echa en contra.
Miró a Aiko para ver qué opinaba, y luego desvió la mirada hacia los profesores.
—Nada de lamentarse y querer irse con algo de valor —les espetó, viéndolo venir. No pensaba quedarse por ellos. No pensaba morir por ellos—. Esto ha salido una chapuza y tenemos que largarnos para poder volver otro día. —Él no pensaba volver ni loco—. ¿Hacia dónde deberíamos partir? —Datsue estaba más perdido que un kusareño en combate—.
¿Creéis que podemos conseguir escapar sin monturas?
Aquél era otro punto clave de por qué Datsue quería escapar ya. Robar un camello ahora sería mucho más fácil que cuando todo se hubiese tranquilizado y el vencedor hubiese aplastado al derrotado.
—El ejercito del Damyo está arriba, y han matado a todos.
Tal fue la sorpresa de Datsue, estupefacto, que se quedó con la misma cara que si le hubiesen soltado una bofetada: boquiabierto y con los ojos como platos. Se obligó a sacar de nuevo la cabeza, y el destello de las espadas entrechocando con otras o bañándose de sangre se reflejó en sus pupilas. No, quizá el resultado era el que aventuraba Aiko, pero la batalla todavía no había finalizado.
Entonces, ¿a qué venía aquello? Simplemente tenía mala vista, ¿o quería asustar a los profesores para que siguiesen sus consejos? A Datsue no le importaba apoyarla en la mentira, pero el plan que acababa de sugerir —quedarse escondidos hasta que la cosa se calmase—, no sabía si le convencía del todo.
Desvió la mirada hacia los profesores —si es que habían logrado subir junto a ellos—, y chasqueó la lengua.
—A veces, lo prudente es temerario y lo temerario prudente —dijo, poniendo voz a sus pensamientos. Era una decisión jodida, que no debían tomar a la ligera, pero el reloj seguía su curso, y cuanto más tardasen en decidirse, peor sería—. Yo digo que aprovechemos mientras todavía están entretenidos en el campamento, bajo el cobijo de la noche. Como esperemos demasiado, igual la ventaja que tenemos ahora se nos echa en contra.
Miró a Aiko para ver qué opinaba, y luego desvió la mirada hacia los profesores.
—Nada de lamentarse y querer irse con algo de valor —les espetó, viéndolo venir. No pensaba quedarse por ellos. No pensaba morir por ellos—. Esto ha salido una chapuza y tenemos que largarnos para poder volver otro día. —Él no pensaba volver ni loco—. ¿Hacia dónde deberíamos partir? —Datsue estaba más perdido que un kusareño en combate—.
¿Creéis que podemos conseguir escapar sin monturas?
Aquél era otro punto clave de por qué Datsue quería escapar ya. Robar un camello ahora sería mucho más fácil que cuando todo se hubiese tranquilizado y el vencedor hubiese aplastado al derrotado.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado