23/02/2018, 23:49
—A pie no llegaríamos a ningún sitio antes de perdernos, o morir de sed, o de cualquier otra cosa...
Datsue asintió con pesar. Ya se había temido aquella respuesta, pese a que él no temía morir de sed. Uchiha Datsue era, después todo, y antes que intrépido, muy precavido. No por nada se había sellado un pequeño tanque de agua agrícola en un pergamino antes de empezar el viaje: para combatir una situación como aquella.
No obstante, el desierto era demasiado grande, y seguían necesitando de una montura. Por no hablar de un mínimo de orientación. Miró la palma de su mano, perdido en sus pensamientos. No hacía demasiado, había puesto un sello de Rastreo en Ayame. Presumiblemente estaría al Norte, en el País de la Tormenta. Quizá podría servirles de brújula improvisada por la noche. Aunque seguía siendo arriesgado, y seguían necesitando una montura.
Entonces, Muten Rōshi propuso una alternativa: mentir, y aliarse con el enemigo. A Datsue no le disgustaba la idea, pese a que tenía miedo de que no saliese bien. ¿Y si no colaba? ¿Y si Benimaru estaba entre ellos y no se lo tragaba? ¿Y si, pese a creerles, tratasen de matarles igualmente por lo que habían visto? Al fin y al cabo, aquella era una tumba que querían mantener en secreto. Una tumba mancillada, por otra parte.
Aiko, recelosa del plan, propuso que lo siguiesen ellos, mientras ella y Datsue huían. Al Uchiha le parecía una idea fantástica, de no ser porque todavía no habían solucionado el tema de la montura…
… y la orientación. Torció la cabeza, sin responder todavía a la kunoichi, y sacó la cabeza del agujero para darle otra rápida visual. Buscó con la mirada algún caballo o camello lejos del campamento, que hubiese huido por el combate, y que fuese fácil de tomar sin correr demasiados riesgos de ser vistos.
—Quizá Aiko tenga razón… Quizá, aunque nos crean, si descubren que la tumba ha sido profanada no quieran dejarnos marchar con esa información… —chasqueó la lengua. Estaban en una encrucijada de cuidado—. ¿Cuál es la ruta más rápida para salir del país? ¿Al Norte hacia el País de la Tormenta? Tengo un jodido tanque de agua sellado… Cosas de ninja —resumió, a los profesores, que probablemente no entendiesen de fuuinjutsu—. Con una montura quizá lo consiguiésemos, ¿no?
En ese momento, Uchiha Datsue activó el Sharingan. Su Dōjutsu le permitía, la mayoría de las veces, distinguir entre la mentira y la verdad. Sabía que en momentos tan delicados, hasta los más honorables soltaban una trola para su propio beneficio, y no quería que ninguno de ellos se la colase. Necesitaba estar seguro de lo que le decían para tomar la decisión final, fuese la que fuese.
Datsue asintió con pesar. Ya se había temido aquella respuesta, pese a que él no temía morir de sed. Uchiha Datsue era, después todo, y antes que intrépido, muy precavido. No por nada se había sellado un pequeño tanque de agua agrícola en un pergamino antes de empezar el viaje: para combatir una situación como aquella.
No obstante, el desierto era demasiado grande, y seguían necesitando de una montura. Por no hablar de un mínimo de orientación. Miró la palma de su mano, perdido en sus pensamientos. No hacía demasiado, había puesto un sello de Rastreo en Ayame. Presumiblemente estaría al Norte, en el País de la Tormenta. Quizá podría servirles de brújula improvisada por la noche. Aunque seguía siendo arriesgado, y seguían necesitando una montura.
Entonces, Muten Rōshi propuso una alternativa: mentir, y aliarse con el enemigo. A Datsue no le disgustaba la idea, pese a que tenía miedo de que no saliese bien. ¿Y si no colaba? ¿Y si Benimaru estaba entre ellos y no se lo tragaba? ¿Y si, pese a creerles, tratasen de matarles igualmente por lo que habían visto? Al fin y al cabo, aquella era una tumba que querían mantener en secreto. Una tumba mancillada, por otra parte.
Aiko, recelosa del plan, propuso que lo siguiesen ellos, mientras ella y Datsue huían. Al Uchiha le parecía una idea fantástica, de no ser porque todavía no habían solucionado el tema de la montura…
… y la orientación. Torció la cabeza, sin responder todavía a la kunoichi, y sacó la cabeza del agujero para darle otra rápida visual. Buscó con la mirada algún caballo o camello lejos del campamento, que hubiese huido por el combate, y que fuese fácil de tomar sin correr demasiados riesgos de ser vistos.
—Quizá Aiko tenga razón… Quizá, aunque nos crean, si descubren que la tumba ha sido profanada no quieran dejarnos marchar con esa información… —chasqueó la lengua. Estaban en una encrucijada de cuidado—. ¿Cuál es la ruta más rápida para salir del país? ¿Al Norte hacia el País de la Tormenta? Tengo un jodido tanque de agua sellado… Cosas de ninja —resumió, a los profesores, que probablemente no entendiesen de fuuinjutsu—. Con una montura quizá lo consiguiésemos, ¿no?
En ese momento, Uchiha Datsue activó el Sharingan. Su Dōjutsu le permitía, la mayoría de las veces, distinguir entre la mentira y la verdad. Sabía que en momentos tan delicados, hasta los más honorables soltaban una trola para su propio beneficio, y no quería que ninguno de ellos se la colase. Necesitaba estar seguro de lo que le decían para tomar la decisión final, fuese la que fuese.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado