26/02/2018, 00:45
Justo y como pensaba, la chica tuvo mas llevadera la ardua tarea de subir al académico, logrando la hazaña en apenas un minuto. Entre tanto, su compañero de andanzas tardó algo mas, por no decir mucho mas. El chico, ayudado mismamente por el doctorado, lograría alcanzar la cima al cabo del rato. Obviamente, tanto la pelirroja como el profesor esperaron a estar todos, no era cosa de dejar a la mitad del equipo desamparados. Tenían una estrategia a seguir, tan solo debían continuarlo todos juntos.
Para cuando se acercaron lo suficiente, uno de los jinetes amenazó con detenerlos, buscando saber de quién se trataba. Los académicos alzaron las manos en son de paz, y la pelirroja imitó a la perfección el gesto, sin necesidad de sharingan ni nada...
Datsue tomó la delantera en el asunto de las explicaciones, señalando que casi les matan, y presentándose a sí mismo ante el hombre. La pelirroja tributó a su compañero de función —pues todo parecía un teatro— y se llevó las manos al pecho, dramatizando el momento. Casi parecían asomarle lágrimas por los ojos, sin duda era una buena cuentista. En otra vida quizás habría sido actriz, quién sabe.
—Es-esos tarados nos arrojaron al pozo después de usarnos —continuó con la farsa de Datsue —el encargado de seguridad y todos sus hombres nos han desechado como a simples peones, después de habernos usado. Mi nombre es Aiko, y éstos son Roshi y Banadoru.
La chica tomó aire, como si la presión hubiese podido con ella y ahora se sintiese aliviada.
—Al fin a salvo... —afianzó la chica en pos de encubrir un poco mas la alocada estrategia.
Para cuando se acercaron lo suficiente, uno de los jinetes amenazó con detenerlos, buscando saber de quién se trataba. Los académicos alzaron las manos en son de paz, y la pelirroja imitó a la perfección el gesto, sin necesidad de sharingan ni nada...
Datsue tomó la delantera en el asunto de las explicaciones, señalando que casi les matan, y presentándose a sí mismo ante el hombre. La pelirroja tributó a su compañero de función —pues todo parecía un teatro— y se llevó las manos al pecho, dramatizando el momento. Casi parecían asomarle lágrimas por los ojos, sin duda era una buena cuentista. En otra vida quizás habría sido actriz, quién sabe.
—Es-esos tarados nos arrojaron al pozo después de usarnos —continuó con la farsa de Datsue —el encargado de seguridad y todos sus hombres nos han desechado como a simples peones, después de habernos usado. Mi nombre es Aiko, y éstos son Roshi y Banadoru.
La chica tomó aire, como si la presión hubiese podido con ella y ahora se sintiese aliviada.
—Al fin a salvo... —afianzó la chica en pos de encubrir un poco mas la alocada estrategia.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)