26/02/2018, 08:38
Daruu tenía la sangre helada. Ayame lo había hecho. Había pronunciado aquellas palabras en voz alta. Tragó saliva, y cerró los ojos un momento, apretando los dientes muy fuerte, y apretándose los sesos aún más fuerte. Se agarró al brazo de Ayame como si pudieran arrancársela de las manos en cualquier momento, y al final, dijo:
—Madre mía, Ayame, ¿pero todavía sigues con esa teoría del experimento social? —dijo, falsamente risueño—. ¿Por qué iba alguien a montarse un chiringuito tan elaborado? No, yo sigo creyendo la teoría de Kōri-sensei. Sólo lo hizo para salvarse ella misma.
»Como sea, esta Arashihime ha sido muy amable con nosotros hoy —siguió. Si había que meter el pie en una mentira, mejor hundirse por completo, ¿no?—. Pero parece que tiene el cerebro tan podrido como aquél tabernero. Yo tampoco me fío de ella, Ayame, pero Kōri parece que sí. Lo que tenemos que intentar es que la puta vieja esa no nos convenza. Encontraremos la manera, Ayame.
La apretó fuerte contra sí.
—La encontraremos. Mientras tanto, deberíamos ser muy cuidadosos. Para no convencernos. ¿Sabes?
—Madre mía, Ayame, ¿pero todavía sigues con esa teoría del experimento social? —dijo, falsamente risueño—. ¿Por qué iba alguien a montarse un chiringuito tan elaborado? No, yo sigo creyendo la teoría de Kōri-sensei. Sólo lo hizo para salvarse ella misma.
»Como sea, esta Arashihime ha sido muy amable con nosotros hoy —siguió. Si había que meter el pie en una mentira, mejor hundirse por completo, ¿no?—. Pero parece que tiene el cerebro tan podrido como aquél tabernero. Yo tampoco me fío de ella, Ayame, pero Kōri parece que sí. Lo que tenemos que intentar es que la puta vieja esa no nos convenza. Encontraremos la manera, Ayame.
La apretó fuerte contra sí.
—La encontraremos. Mientras tanto, deberíamos ser muy cuidadosos. Para no convencernos. ¿Sabes?