27/02/2018, 17:20
Tal y como el profesor había dicho, la trama que contaron a los hombres del Daimyō fue mas que creída, el grupo quedó como víctima de un motín por parte de Hanzo y carente de conocimiento de aquello que realmente venían a hacer al lugar. En cierto modo, se libraron por poco. Todo pareció quedar en tan solo un enorme susto, así como una comitiva guiada hasta la ciudad de Inaka, ciudad que pisaron al anochecer del día siguiente. Una vez en Inaka, los shinobis quedaron totalmente libres, aunque los profesores no corrieron la misma suerte.
Los chicos tomaron pues el camino de vuelta a casa, o algo parecido. Se entretuvieron mas de lo meramente necesario, dando leña a un fuego que no hacía mas que crecer. Aunque no pudiesen considerarse pareja, tampoco podían dejar de considerarse pareja, por paradójico que sonase. Lo que en un principio había empezado como un juego para la inmortal, al final... hasta le estaba dando en qué pensar.
¿Por qué vivir una vida solitaria si podía compartir con otra persona unas cuantas décadas?
Sin embargo, y lejos de ser celosa, en ningún momento llegó a decirle al Uchiha que era única y exclusivamente suyo. No, ella no era de ese tipo de personas. Prefería mantener esa relación —ese pequeño amor— libre, sin ataduras, como realmente debe ser. Si algo te gusta, debes dejarlo ser como es, no puedes acapararlo y encerrarlo... terminas asfixiándolo.
Numerosas fueron las citas tras el viaje, hasta que hubo un punto en el que todas las semanas se veían. Tenían una vida entera dedicada a lo que ellos quisieran, pero un día a la semana era exclusivamente para compartirlo como lo que a veces negaban ser, una pareja. En cierto momento, la chica escribió una carta, que dejó entre las pertenencias del Uchiha, en pos de que algún día lo viese; aunque por otro lado, esperaba que no fuese antes de tiempo.
Sabía muy bien lo impulsiva que era, y no era de extrañar que en algún momento su vida llegase al final. Bueno, quien dice al final dice a ese pequeño final, tras el cuál resucitaba cual mesías...
Pero, justamente ese pequeño final daba un nuevo final, el de su memoria. Morir le importaba un bledo, era inmortal, pero olvidar eso que empezaba a sentir por el chico... eso era bien distinto. Quisiese o no, eso que comenzaba a sentir por él era mas intenso que una vida llena de riquezas, y eso ya era decir. Pero como bien dicen, el dinero no lo puede comprar todo.
Los chicos tomaron pues el camino de vuelta a casa, o algo parecido. Se entretuvieron mas de lo meramente necesario, dando leña a un fuego que no hacía mas que crecer. Aunque no pudiesen considerarse pareja, tampoco podían dejar de considerarse pareja, por paradójico que sonase. Lo que en un principio había empezado como un juego para la inmortal, al final... hasta le estaba dando en qué pensar.
¿Por qué vivir una vida solitaria si podía compartir con otra persona unas cuantas décadas?
Sin embargo, y lejos de ser celosa, en ningún momento llegó a decirle al Uchiha que era única y exclusivamente suyo. No, ella no era de ese tipo de personas. Prefería mantener esa relación —ese pequeño amor— libre, sin ataduras, como realmente debe ser. Si algo te gusta, debes dejarlo ser como es, no puedes acapararlo y encerrarlo... terminas asfixiándolo.
Numerosas fueron las citas tras el viaje, hasta que hubo un punto en el que todas las semanas se veían. Tenían una vida entera dedicada a lo que ellos quisieran, pero un día a la semana era exclusivamente para compartirlo como lo que a veces negaban ser, una pareja. En cierto momento, la chica escribió una carta, que dejó entre las pertenencias del Uchiha, en pos de que algún día lo viese; aunque por otro lado, esperaba que no fuese antes de tiempo.
Sabía muy bien lo impulsiva que era, y no era de extrañar que en algún momento su vida llegase al final. Bueno, quien dice al final dice a ese pequeño final, tras el cuál resucitaba cual mesías...
Pero, justamente ese pequeño final daba un nuevo final, el de su memoria. Morir le importaba un bledo, era inmortal, pero olvidar eso que empezaba a sentir por el chico... eso era bien distinto. Quisiese o no, eso que comenzaba a sentir por él era mas intenso que una vida llena de riquezas, y eso ya era decir. Pero como bien dicen, el dinero no lo puede comprar todo.
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)