2/04/2018, 15:31
La invitación de Juro fue facilmente correspondida, aunque no con el mismo entusiasmo.
— Buen provecho, chicos
—Que aproveche...
Nabi se lanzó de golpe a por la comida y empezó a devorar los trozos selectos de carne, que el chico había decidido , mientras los otros, excluidos por no cumplir los estereotipos del muchacho, observaban con horror como aquel monstruo masacraba a su familia.
Eri, con menos entusiasmo, o quizá pensando en el guiño de la anciana, empezó a tomar los fideos. Juro hizo lo propio, y, a una velocidad moderada, tomó sus fideos.
« Hey. No estan mal » — pensó, mientras degustaba la comida. La pasta era sabrosa, y la combinación no andaba mal. Aunque notaba un sabor ligeramente más extraño que los otros que había probado en su villa.
—. ¿Y tú Juro? ¿Cómo lo ves? — Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la frase de Eri. Ni se había dado cuenta de que Nabi había dado su visto bueno a la comida. Juro sonrió un poco.
— Esta bueno. Me gusta. Supongo que por eso hay tanta gente — murmuró, sin decir la otra parte. Porque, con un servicio tan raro, o la comida era muy buena, o...
Continuó comiendo su plato, sin prisa ni pausa. En cuestión de unos minutos, los tres estaban sorbiendo sus fideos y terminando el plato. Juro y Eri podían disfrutar del vaso de agua que habían pedido. Nabi tenía otro vaso, pedido por Eri, aunque el chico no parecía muy interesado.
Cuando Juro terminó, dejó caer una mueca de satisfacción.
— Bueno, tu hermano no se equivocaba. Después de una jornada de trabajo, sienta bien algo de comida caliente — dijo Juro, felizmente —. Aunque el servicio es un poco extraño, la verdad. Me pregunto si nos quería gastar una broma o realmente le gusta el sitio.
La cara de Juro fue un poema durante unos segundos, cuando un pensamiento le inundó la mente. Se acercó más a ambos, aunque se dirigió específicamente a Eri, casi con un susurro.
— ¿Crees que a tu hermano le van este tipo de cosas? — le susurró, aunque la chica no podría distinguir si lo decía en broma o estaba hablando en serio, tal era su expresión.
Incluyendo al can, que se encontraba felizmente en su zona, con los juguetes, todos parecían contentos., ignorando esto.
En unos minutos, la mujer anciana volvería a pasar, para recoger los platos y ponerles la cuenta. Esta vez no haría nada a Eri, aunque la chica podría sentir su mirada fija en ella, mientras la mujer hacía mecánicamente su trabajo. ¿Por qué la mujer anciana la miraría? ¿Acaso conocía a su hermano y le estaba gastando una broma? ¿O es que...quería algo de ella?
— Buen provecho, chicos
—Que aproveche...
Nabi se lanzó de golpe a por la comida y empezó a devorar los trozos selectos de carne, que el chico había decidido , mientras los otros, excluidos por no cumplir los estereotipos del muchacho, observaban con horror como aquel monstruo masacraba a su familia.
Eri, con menos entusiasmo, o quizá pensando en el guiño de la anciana, empezó a tomar los fideos. Juro hizo lo propio, y, a una velocidad moderada, tomó sus fideos.
« Hey. No estan mal » — pensó, mientras degustaba la comida. La pasta era sabrosa, y la combinación no andaba mal. Aunque notaba un sabor ligeramente más extraño que los otros que había probado en su villa.
—. ¿Y tú Juro? ¿Cómo lo ves? — Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la frase de Eri. Ni se había dado cuenta de que Nabi había dado su visto bueno a la comida. Juro sonrió un poco.
— Esta bueno. Me gusta. Supongo que por eso hay tanta gente — murmuró, sin decir la otra parte. Porque, con un servicio tan raro, o la comida era muy buena, o...
Continuó comiendo su plato, sin prisa ni pausa. En cuestión de unos minutos, los tres estaban sorbiendo sus fideos y terminando el plato. Juro y Eri podían disfrutar del vaso de agua que habían pedido. Nabi tenía otro vaso, pedido por Eri, aunque el chico no parecía muy interesado.
Cuando Juro terminó, dejó caer una mueca de satisfacción.
— Bueno, tu hermano no se equivocaba. Después de una jornada de trabajo, sienta bien algo de comida caliente — dijo Juro, felizmente —. Aunque el servicio es un poco extraño, la verdad. Me pregunto si nos quería gastar una broma o realmente le gusta el sitio.
La cara de Juro fue un poema durante unos segundos, cuando un pensamiento le inundó la mente. Se acercó más a ambos, aunque se dirigió específicamente a Eri, casi con un susurro.
— ¿Crees que a tu hermano le van este tipo de cosas? — le susurró, aunque la chica no podría distinguir si lo decía en broma o estaba hablando en serio, tal era su expresión.
Incluyendo al can, que se encontraba felizmente en su zona, con los juguetes, todos parecían contentos., ignorando esto.
En unos minutos, la mujer anciana volvería a pasar, para recoger los platos y ponerles la cuenta. Esta vez no haría nada a Eri, aunque la chica podría sentir su mirada fija en ella, mientras la mujer hacía mecánicamente su trabajo. ¿Por qué la mujer anciana la miraría? ¿Acaso conocía a su hermano y le estaba gastando una broma? ¿O es que...quería algo de ella?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60