3/04/2018, 18:45
(Última modificación: 3/04/2018, 18:47 por Uchiha Datsue.)
Datsue asentía, como si pretendiese dar un golpetazo con el mentón en el pecho, de forma enérgica y entusiasta, ante cada consejo que iba soltando Hanabi a Akame. Sabios consejos, sin duda, con los que Datsue no podía estar más que de acuerdo. El error y el fracaso eran un elemento esencial en el aprendizaje de todo ninja. Salvo, claro, cuando este error te costaba la vida.
Nadie aprendía de la muerte.
Pero entonces los ojos del Uzukage se posaron en los suyos propios, y un pequeño escalofrío recorrió su espina dorsal.
—No me falles fracasando, joven Datsue-kun. Pero ya que hablas de jurar... —Datsue tragó saliva, mientras el Kage le hacía saber los despreciables e infundados rumores que habían llegado hasta sus oídos.
Cuando terminó, el Uchiha tiró del cuello de la camisa, como si de pronto se hubiese acalorado y necesitase aire. ¿Qué podía decir? ¿Qué esos rumores eran inventados? ¿Qué la gente le envidiaba por ser guapo, famoso y con suerte? Eso sería una media verdad, por no decir que falso, y no creía que soltar una mentirijilla frente a su Kage fuese una buena idea. No con lo que se estaba jugando: su futuro como ninja.
—¡Tiene usted mucha razón, Hanabi-sama! —exclamó, doblando medio cuerpo en un ángulo de noventa grados para realizar una senda reverencia—. ¡Le aseguro que tales niñerías han quedado sepultadas en el pasado! ¡No más cremas rejuvenecedoras ni revistas del corazón para sacarme unos cuartos! —«¿Por qué cojones fui tan específico?». Carraspeó—. Y aprovechando el momento, señor Uzukage —continuó, tratando de cambiar de tema y correr un tupido velo sobre su última metedura de pata—, me gustaría dejar constancia de mi interés sobre…
Se irguió.
»… ser sensei en la academia —Datsue aguardó un momento, esperando oír la carcajada de alguno de los allí presentes. Lo sabía, sabía que no era el perfil típico de profesor. Sabía que a muchos les sorprendería, puede que incluso a su propio Hermano, a quien nada había revelado sobre su deseo oculto. Pero parecía que aquel día era su día de suerte, y pensaba aprovecharlo—. Sé que ahora mismo sería precipitado. Que soy muy joven. Pero creo que tengo potencial para ser un buen sensei. Y precisamente por ser joven me permitiría acercarme más a estas nuevas generaciones. Motivar al superdotado perezoso; explotar los talentos ocultos de los introvertidos; y, en definitiva, enseñar.
»Sé que no fui un alumno modélico —se adelantó, antes de que alguien lo dijese por él—, pero precisamente por eso creo que sabría reconducir a los que no lo son. Porque he estado en ese camino. Porque he aprendido... de mis errores.
Nadie aprendía de la muerte.
Pero entonces los ojos del Uzukage se posaron en los suyos propios, y un pequeño escalofrío recorrió su espina dorsal.
—No me falles fracasando, joven Datsue-kun. Pero ya que hablas de jurar... —Datsue tragó saliva, mientras el Kage le hacía saber los despreciables e infundados rumores que habían llegado hasta sus oídos.
Cuando terminó, el Uchiha tiró del cuello de la camisa, como si de pronto se hubiese acalorado y necesitase aire. ¿Qué podía decir? ¿Qué esos rumores eran inventados? ¿Qué la gente le envidiaba por ser guapo, famoso y con suerte? Eso sería una media verdad, por no decir que falso, y no creía que soltar una mentirijilla frente a su Kage fuese una buena idea. No con lo que se estaba jugando: su futuro como ninja.
—¡Tiene usted mucha razón, Hanabi-sama! —exclamó, doblando medio cuerpo en un ángulo de noventa grados para realizar una senda reverencia—. ¡Le aseguro que tales niñerías han quedado sepultadas en el pasado! ¡No más cremas rejuvenecedoras ni revistas del corazón para sacarme unos cuartos! —«¿Por qué cojones fui tan específico?». Carraspeó—. Y aprovechando el momento, señor Uzukage —continuó, tratando de cambiar de tema y correr un tupido velo sobre su última metedura de pata—, me gustaría dejar constancia de mi interés sobre…
Se irguió.
»… ser sensei en la academia —Datsue aguardó un momento, esperando oír la carcajada de alguno de los allí presentes. Lo sabía, sabía que no era el perfil típico de profesor. Sabía que a muchos les sorprendería, puede que incluso a su propio Hermano, a quien nada había revelado sobre su deseo oculto. Pero parecía que aquel día era su día de suerte, y pensaba aprovecharlo—. Sé que ahora mismo sería precipitado. Que soy muy joven. Pero creo que tengo potencial para ser un buen sensei. Y precisamente por ser joven me permitiría acercarme más a estas nuevas generaciones. Motivar al superdotado perezoso; explotar los talentos ocultos de los introvertidos; y, en definitiva, enseñar.
»Sé que no fui un alumno modélico —se adelantó, antes de que alguien lo dijese por él—, pero precisamente por eso creo que sabría reconducir a los que no lo son. Porque he estado en ese camino. Porque he aprendido... de mis errores.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado