9/04/2018, 13:53
—Lo sé tío, lo sé. Es una cosa de locos, pero soy una piedra en cuánto me pego el ojo
El peliblanco le miró, nunca había conocido a alguien que durmiera tan profundamente, aquello podía llegar a ser un problema, sobretodo teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban, en la que tenían que estar lo más alerta posible las 24 horas.
Riko se encontraba sentado, mirando a todas partes tratando de ubicarse después de todo el tramo que habían recorrido huyendo de la nube tóxica, pero era imposible, no había manera de saber dónde estaban por lo que tendrían que empezar a caminar con más cautela.
¿Lo pillas, no? nos están arreando como al ganado. Quieren escuchar más campanadas, y nos están obligando a encontrarnos. Así que mejor prepárate, comamos algo y lo mejor será estar listo para el enfrentamiento. No creo que podamos evitarlo durante mucho más.
El uzunés alzó la mirada nuevamente y asintió.
— Sí... Se me había pasado por la cabeza, esto no puede durar eternamente, tienen que hacer algo para que nos encontremos antes o después. — Razonó el peliblanco. — Por cierto, toma, que si no me acuerdo, te la dejas. — Dijo, ofreciéndole la katana que llevaba colgada a la espalda y que le habían robado al pelirrojo que habían eliminado el día anterior.
Riko se quedó por unos minutos sentado, recobrando el aliento y pensando cuál debía ser su próximo movimiento.
— Vale, sabemos que la nube es el fin de la zona de juego, si hemos corrido en paralelo a uno de los lados quiere decir que no estamos muy lejos del centro, ¿no?
El peliblanco le miró, nunca había conocido a alguien que durmiera tan profundamente, aquello podía llegar a ser un problema, sobretodo teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban, en la que tenían que estar lo más alerta posible las 24 horas.
Riko se encontraba sentado, mirando a todas partes tratando de ubicarse después de todo el tramo que habían recorrido huyendo de la nube tóxica, pero era imposible, no había manera de saber dónde estaban por lo que tendrían que empezar a caminar con más cautela.
¿Lo pillas, no? nos están arreando como al ganado. Quieren escuchar más campanadas, y nos están obligando a encontrarnos. Así que mejor prepárate, comamos algo y lo mejor será estar listo para el enfrentamiento. No creo que podamos evitarlo durante mucho más.
El uzunés alzó la mirada nuevamente y asintió.
— Sí... Se me había pasado por la cabeza, esto no puede durar eternamente, tienen que hacer algo para que nos encontremos antes o después. — Razonó el peliblanco. — Por cierto, toma, que si no me acuerdo, te la dejas. — Dijo, ofreciéndole la katana que llevaba colgada a la espalda y que le habían robado al pelirrojo que habían eliminado el día anterior.
Riko se quedó por unos minutos sentado, recobrando el aliento y pensando cuál debía ser su próximo movimiento.
— Vale, sabemos que la nube es el fin de la zona de juego, si hemos corrido en paralelo a uno de los lados quiere decir que no estamos muy lejos del centro, ¿no?
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»