9/04/2018, 20:42
— Podrías haber consultado con nosotros primero...
— Eri, Eri, Eri... Si algo nos ha enseñado nuestra querida Uzushiogakure es que cuando dejas a más de una persona decidir cosas importantes, todo acaba en una casi guerra civil. Lo mejor es que venga uno y haga las cosas como tienen que hacerse. En este caso, yo. De nada. Y no te preocupes, que no quiero el dinero, mi parte para ti también. Yo hago las cosas para verte triunfar en tu vida y algún día ser tu secretario cuando seas Kage.
Y que a gusto me quedé. Justo en ese momento apareció de detrás de un arbol, como si les hubiera escuchado, un señor vendedor de dangos con su puesto y todo.
— ¡Dangos! ¡Ricos dangos para agudizar el ingenio y motivar al cuerpo!
— ¡Mirad! Eso es Shiona-sama que nos augura el bien desde el más allá y nos manda dangos.
Stuffy se dejó hacer cuando el kuseño se acercó a acariciarle, pero ante la comida Juro perdía tanto interés que podría parecer un árbol en el que mearse por parte del can. Salió disparado en cuanto lo señalé y tuve que ir detrás suyo para que no se comiese al pobre vendedor.
Una vez estuve a una distancia razonable le pedí cuatro palos con tres dangos cada uno, así podíamos comernoslos mientras caminabamos y estudiabamos como ser los más mejores del torneo y llevarnos mucho dinero. Mientras volvía con los palos Stuffy ladraba una y otra vez.
— Que no te doy el tuyo, que esto está caliente y tú eres un ansias. Te vas a quemar y después voy a tener que aguantar tus gimoteos. Aquí tenéis, jovenzuelos.
Les pase un palo con tres dangos a cada uno, primero a Eri, con cuidado, y después a Juro. Me llevé uno entero a la boca cogiendo aire mientras lo masticaba porque estaba ardiendo y le tiré uno a Stuffy. El pobre dango no estuvo libre ni cinco milisegundos antes de ser devorado brutalmente por un perro volador. Y despues empezó a gimotear mientras respiraba deprisa porque se había quemado la lengua.
— Ansias.
— Eri, Eri, Eri... Si algo nos ha enseñado nuestra querida Uzushiogakure es que cuando dejas a más de una persona decidir cosas importantes, todo acaba en una casi guerra civil. Lo mejor es que venga uno y haga las cosas como tienen que hacerse. En este caso, yo. De nada. Y no te preocupes, que no quiero el dinero, mi parte para ti también. Yo hago las cosas para verte triunfar en tu vida y algún día ser tu secretario cuando seas Kage.
Y que a gusto me quedé. Justo en ese momento apareció de detrás de un arbol, como si les hubiera escuchado, un señor vendedor de dangos con su puesto y todo.
— ¡Dangos! ¡Ricos dangos para agudizar el ingenio y motivar al cuerpo!
— ¡Mirad! Eso es Shiona-sama que nos augura el bien desde el más allá y nos manda dangos.
Stuffy se dejó hacer cuando el kuseño se acercó a acariciarle, pero ante la comida Juro perdía tanto interés que podría parecer un árbol en el que mearse por parte del can. Salió disparado en cuanto lo señalé y tuve que ir detrás suyo para que no se comiese al pobre vendedor.
Una vez estuve a una distancia razonable le pedí cuatro palos con tres dangos cada uno, así podíamos comernoslos mientras caminabamos y estudiabamos como ser los más mejores del torneo y llevarnos mucho dinero. Mientras volvía con los palos Stuffy ladraba una y otra vez.
— Que no te doy el tuyo, que esto está caliente y tú eres un ansias. Te vas a quemar y después voy a tener que aguantar tus gimoteos. Aquí tenéis, jovenzuelos.
Les pase un palo con tres dangos a cada uno, primero a Eri, con cuidado, y después a Juro. Me llevé uno entero a la boca cogiendo aire mientras lo masticaba porque estaba ardiendo y le tiré uno a Stuffy. El pobre dango no estuvo libre ni cinco milisegundos antes de ser devorado brutalmente por un perro volador. Y despues empezó a gimotear mientras respiraba deprisa porque se había quemado la lengua.
— Ansias.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)