11/04/2018, 18:51
Tras la decepción de enterarse que su compañero no tenía mapa para prestarle, el calvo se internó junto a Riko en el bello edificio. Cruzaron una puerta doble, gruesa y de madera, pero a la vez bastante ligera, para encontrarse con un gran y amplio salón. Varias mesas y sillas decoraban el lugar junto a alfombras y cuadros todo acompañado de una perfecta iluminación. En el fondo, frente a una pared blanca, un señor vestido de traje los esperaba tras un pequeño escritorio.
—Buenas noches, niños, ¿Qué los trae por aquí?— saludó mientras agitaba su mano en el aire. Al acercarse, todavía sorprendido por la cantidad de detalles y brillos del lugar, Karamaru fue el primero en hablar.
—Andamos buscando una habitación para pasar la noche. Andamos un poco perdidos y preferimos emprender el viaje a casa con la luz del día.— no tenía muchos problemas en admitir que no estaban en la mejor de las situaciones.
El posadero los miró a ambos durante un rato y tras un rato se dio media vuelta y tomó una de las tantas llaves que tenía colgadas en la pared. La misma tenía pegada una pequeña etiqueta que decía "912".
—Bienvenidos al Cabalino Brillante entonces— contestó con una gran sonrisa— Noveno piso, habitación 12. Tomen las escaleras de aquí a la derecha y no tendrán perdida, es al final del pasillo.
Espero que tengan una hermosa estancia.
Su silencio y su sonrisa dejaba en claro que no esperaba nada más de los dos jóvenes quienes tenían vía libre para incursionarse en los caminos de la posada. En silencio, el calvo- quién había ya tomado la llave- se dirigió a las escaleras para seguir las indicaciones del buen hombre. Si alguno era observador, podría ver perfectamente el pequeño cartel que yacía sobre el escritorio, junto al anotador del posadero.
—Buenas noches, niños, ¿Qué los trae por aquí?— saludó mientras agitaba su mano en el aire. Al acercarse, todavía sorprendido por la cantidad de detalles y brillos del lugar, Karamaru fue el primero en hablar.
—Andamos buscando una habitación para pasar la noche. Andamos un poco perdidos y preferimos emprender el viaje a casa con la luz del día.— no tenía muchos problemas en admitir que no estaban en la mejor de las situaciones.
El posadero los miró a ambos durante un rato y tras un rato se dio media vuelta y tomó una de las tantas llaves que tenía colgadas en la pared. La misma tenía pegada una pequeña etiqueta que decía "912".
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POR ESTE MES PODRA CONSEGUIR LA NOCHE A TAN SOLO 2.800 RYOS.
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"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘