22/04/2018, 12:30
(Última modificación: 22/04/2018, 12:31 por Sarutobi Hanabi.)
—No, no señor, se está usted equivocando —protestó Eri, y el anciano la miró confuso, sin saber a qué se estaba refiriendo—. Somos ninjas de Uzushiogakure, ¿sabe? No somos de por aquí, me llamo Eri, no Mire-chan —explicó, señalándose a sí misma—. Este chico de aquí es Nabi, no es el hijo de Kamerita-san, señor —prosiguió, hablando de forma lenta y pausada para que la entendiesen bien—. Venimos por un encargo y nos gustaría saber dónde está la tienda de regalos de Kamerita-san, ¿saben ustedes dónde podríamos encontrarla?
—Oh... entonces tú no eres Mire-chan... —murmuró el viejo, alicaído.
—¡Claro que no, viejo chocho! —intervino el otro, mientras seguía acariciando a Stuffy con la ilusión de un niño—. ¡Si tu nieta murió hace cinco años!
—Oh... —El pobre hombre soltó el codo de la muchacha, dejándola libre.
Entonces el anciano de la barba levantó uno de sus débiles brazos y señaló cuesta arriba.
—La tienda de Kamerita-san está dos calles arriba, girando en el callejón a la izquierda y luego girando a la derecha.
—¡Pero qué dices, hombre! —exclamó el otro débilmente. Parecía haber olvidado su aflicción y ahora señalaba calle abajo—. ¿No recuerdas que se trasladó al puerto?
—Oh... entonces tú no eres Mire-chan... —murmuró el viejo, alicaído.
—¡Claro que no, viejo chocho! —intervino el otro, mientras seguía acariciando a Stuffy con la ilusión de un niño—. ¡Si tu nieta murió hace cinco años!
—Oh... —El pobre hombre soltó el codo de la muchacha, dejándola libre.
Entonces el anciano de la barba levantó uno de sus débiles brazos y señaló cuesta arriba.
—La tienda de Kamerita-san está dos calles arriba, girando en el callejón a la izquierda y luego girando a la derecha.
—¡Pero qué dices, hombre! —exclamó el otro débilmente. Parecía haber olvidado su aflicción y ahora señalaba calle abajo—. ¿No recuerdas que se trasladó al puerto?