22/04/2018, 21:09
Kori dio su brazo a torcer y afirmó que haría lo que estuviese en su mano para que Daruu obtuviese el alta, no sin advertir de que la decisión no dependía de él. «Por supuesto que no depende de ti, Kori-sensei, eso ya lo sé», pensó Daruu. «Depende de ese viejo berrugoso cascarrabias de Zetsuo». Sí, Zetsuo estaba empezando a ser como un padre para el. Como un padre muy gruñón y con la cabeza dura como un yunque, al que de vez en cuando, por qué no, te gustaría pegarle en la cara con un calcetín sudado de hace tres días. Por mucho que digan que eso es feo.
Antes de marcharse, Kori les dijo que se prepararan para el combate que tendría lugar una vez Daruu abandonase el hospital. Daruu tuvo la sensación de que las palabras iban más dirigidas a Ayame que a él.
Cuando se fue, Ayame se sentó en un lateral de la cama y miró de reojo a Daruu, quien obviamente la estaba viendo. La miró a los ojos.
—Lo siento... Soy un desastre, ¿verdad?
—Podrías empezar por dejar de disculparte tanto y por dejar de llamarte un desastre. —Daruu sonrió, torciendo un poco la cabeza y cerrando los ojos—. Yo creo que tienes muchas tonterías que quitarte de la cabeza. Nada más.
»Claro, que... te comprendo. Desde el principio te costó aprobar el examen. Y te sientes rezagada. Pero eso no es motivo para que te deprimas, sino para entrenar mas duro.
Daruu tomó a Ayame de la mano.
—Sigamos creciendo como equipo.
Antes de marcharse, Kori les dijo que se prepararan para el combate que tendría lugar una vez Daruu abandonase el hospital. Daruu tuvo la sensación de que las palabras iban más dirigidas a Ayame que a él.
Cuando se fue, Ayame se sentó en un lateral de la cama y miró de reojo a Daruu, quien obviamente la estaba viendo. La miró a los ojos.
—Lo siento... Soy un desastre, ¿verdad?
—Podrías empezar por dejar de disculparte tanto y por dejar de llamarte un desastre. —Daruu sonrió, torciendo un poco la cabeza y cerrando los ojos—. Yo creo que tienes muchas tonterías que quitarte de la cabeza. Nada más.
»Claro, que... te comprendo. Desde el principio te costó aprobar el examen. Y te sientes rezagada. Pero eso no es motivo para que te deprimas, sino para entrenar mas duro.
Daruu tomó a Ayame de la mano.
—Sigamos creciendo como equipo.