7/05/2018, 23:43
No es que hubiera hecho el mayor de los intentos por ocultarlo, y mucho menos ponerle algo de empeño debido a la confusión de la apresurada misión; era algo que se le había escapado de entre los dedos y Reiji pareció haberla calado desde el principio.
—Si no tuvieras ninguna cualidad especial no llevarías la bandana de Amegakure, ni siquiera estarías aquí con nosotros en este momento, respeto tu decisión de no querer decirlo, pero no la comparto, al fin y al cabo, vamos a trabajar en equipo, no a matarnos entre nosotros. Si simplemente no te valoras lo suficiente a ti misma…
"¿No valorarse lo suficiente a ella misma?" ¿Podría ser ese uno de los motivos? Pese a que era algo obvio y sencillo, no era una de las posibilidades que Ryuko hubiera barajado desde sus comienzos. Siempre había acabado siendo muy crítica y dura con ella misma, llegando a catalogarse de fracaso absoluto por su baja autoestima. Y tal vez por ello, todavía no había podido llegar a florecer. Las palabras llegaron a eclipsar lo que su otra compañera dijo poco después, escuchando tan solo un suave murmullo en la distancia.
— ¿Debería?... ¿Debería dejar de ser tan estricta conmigo misma?...
Y sin comerlo ni beberlo, ya estaban en todo el meollo; Reiji no dudo ni un segundo en abandonar el lugar nada mas acabar de presentarse Reika. Ya se veía quedándose atras, y como él parecía conocer el camino, no dudo en seguir sin mas dilación.
Con paso ligero, se movieron con total libertad por las calles de su ciudad; saltando de tejado en tejado, dando breves sprints y saltos de algunos metros; por lo que o les llevo mucho rato hasta alcanzar la zona donde se encontraba el edificio a donde debían acudir. Se detuvieron en una de las calles circundantes.
¿Estáis listas para esto? No sabemos que vamos a encontrarnos ahí dentro, ni como serán las personas que nos han contratado, ni la reacción que tendrán al ver a tres niños. Yo ya me he encontrado con este problema antes, nos infravaloran por nuestra edad, sin conocer nuestras habilidades. Puede que no sea el caso, pero de serlo, tendremos que demostrar de que somos capaces. Tomad aire, respirad lo que necesitéis, con calma, lo importante no es cuanto tardamos en superar la misión, lo importante es que la superemos bien.
Desde luego, Reiji era mas maduro de lo que su edad aparentaba; y por lo comentado y posteriormente afirmado por el mismo, era muy posible que los infravalorasen. Sin embargo, Ryuko todavía le estaba dando vueltas a lo ocurrido momentos antes en la azotea, ensimismada un poco en si misma y algo embobada.
— ¿Debería contarlo? Pero puede que lleguen a esperar de mí mucho mas de lo que puedo dar... Ni tan si quiera puedo activar una pequeña mota... Por otra parte, tal vez Reiji sepa sacar partido de ello, incluso aunque sea para marcarse un farol. — La duda asaltaba a la joven kunoichi una vez mas. Era su primera misión y ya estaba hecha un lio. Lo único que quería realmente, era volver a casa, comer algunos dulces y leer libros recostada en su cama.
—Si no tuvieras ninguna cualidad especial no llevarías la bandana de Amegakure, ni siquiera estarías aquí con nosotros en este momento, respeto tu decisión de no querer decirlo, pero no la comparto, al fin y al cabo, vamos a trabajar en equipo, no a matarnos entre nosotros. Si simplemente no te valoras lo suficiente a ti misma…
"¿No valorarse lo suficiente a ella misma?" ¿Podría ser ese uno de los motivos? Pese a que era algo obvio y sencillo, no era una de las posibilidades que Ryuko hubiera barajado desde sus comienzos. Siempre había acabado siendo muy crítica y dura con ella misma, llegando a catalogarse de fracaso absoluto por su baja autoestima. Y tal vez por ello, todavía no había podido llegar a florecer. Las palabras llegaron a eclipsar lo que su otra compañera dijo poco después, escuchando tan solo un suave murmullo en la distancia.
— ¿Debería?... ¿Debería dejar de ser tan estricta conmigo misma?...
Y sin comerlo ni beberlo, ya estaban en todo el meollo; Reiji no dudo ni un segundo en abandonar el lugar nada mas acabar de presentarse Reika. Ya se veía quedándose atras, y como él parecía conocer el camino, no dudo en seguir sin mas dilación.
* * *
Con paso ligero, se movieron con total libertad por las calles de su ciudad; saltando de tejado en tejado, dando breves sprints y saltos de algunos metros; por lo que o les llevo mucho rato hasta alcanzar la zona donde se encontraba el edificio a donde debían acudir. Se detuvieron en una de las calles circundantes.
¿Estáis listas para esto? No sabemos que vamos a encontrarnos ahí dentro, ni como serán las personas que nos han contratado, ni la reacción que tendrán al ver a tres niños. Yo ya me he encontrado con este problema antes, nos infravaloran por nuestra edad, sin conocer nuestras habilidades. Puede que no sea el caso, pero de serlo, tendremos que demostrar de que somos capaces. Tomad aire, respirad lo que necesitéis, con calma, lo importante no es cuanto tardamos en superar la misión, lo importante es que la superemos bien.
Desde luego, Reiji era mas maduro de lo que su edad aparentaba; y por lo comentado y posteriormente afirmado por el mismo, era muy posible que los infravalorasen. Sin embargo, Ryuko todavía le estaba dando vueltas a lo ocurrido momentos antes en la azotea, ensimismada un poco en si misma y algo embobada.
— ¿Debería contarlo? Pero puede que lleguen a esperar de mí mucho mas de lo que puedo dar... Ni tan si quiera puedo activar una pequeña mota... Por otra parte, tal vez Reiji sepa sacar partido de ello, incluso aunque sea para marcarse un farol. — La duda asaltaba a la joven kunoichi una vez mas. Era su primera misión y ya estaba hecha un lio. Lo único que quería realmente, era volver a casa, comer algunos dulces y leer libros recostada en su cama.