8/05/2018, 23:34
(Última modificación: 9/05/2018, 00:18 por Tsukiyama Daigo.)
En una de las muchas calles de Tane-Shigai, el peliverde se encontraba de pie frente a un extraño cartel que prometía... que prometía...
—¿Sexo... gratis?
Daigo tragó saliva algo enrojecido y avergonzado solo por leer aquel cartel. ¿Quién podría colgar un cartel como ese? Tenía que ser una broma.
El chico decidió que lo mejor sería simplemente ignorar el cartel y seguir con su vida. Era fácil. Solo tenía que seguir caminando como hacía la mayoría de la gente.
Aunque intentó ignorarlo, nada suele ser tan fácil como parece, pues en esa misma calle Daigo se encontró con otro cartel, y otro, y otro, y otro más.
Pero nadie se dejaría llevar por una broma tan tonta, ¿verdad?
—No debería de estar muy lejos... —se dijo mientras sostenía uno de aquellos panfletos.
Sin tener ni idea de como ni por qué, la curiosidad del genin acabó por perder estrepitósamente contra el panfleto y acabó por obligarlo a dirigirse hacia el lugar que indicaba.
Entonces, cuando a Daigo ya le daba la impresión de que probablemente ya se encontraba en el lugar indicado, pudo ver a no demasiada distancia a un chico que llevaba un panfleto como el suyo.
—Oh, por el Dios del Bosque, no me lo puedo cre.... —se tapó la boca antes de acabar la frase, no pretendía llamar su atención.
Ese chico se trataba de Uchiha Akame. Daigo no lo conocía mucho, pero sabía que él fue el ganador del Torneo de los Dojos y que estuvo a punto de realizar una misión no oficial con él.
Sabiendo todo eso, al peliverde le sorprendía aún más encontrarse con él aquí.
No puede ser... ¿¡Akame-san ofrece sexo gratis!?
—¿Sexo... gratis?
Daigo tragó saliva algo enrojecido y avergonzado solo por leer aquel cartel. ¿Quién podría colgar un cartel como ese? Tenía que ser una broma.
El chico decidió que lo mejor sería simplemente ignorar el cartel y seguir con su vida. Era fácil. Solo tenía que seguir caminando como hacía la mayoría de la gente.
Aunque intentó ignorarlo, nada suele ser tan fácil como parece, pues en esa misma calle Daigo se encontró con otro cartel, y otro, y otro, y otro más.
Pero nadie se dejaría llevar por una broma tan tonta, ¿verdad?
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—No debería de estar muy lejos... —se dijo mientras sostenía uno de aquellos panfletos.
Sin tener ni idea de como ni por qué, la curiosidad del genin acabó por perder estrepitósamente contra el panfleto y acabó por obligarlo a dirigirse hacia el lugar que indicaba.
Entonces, cuando a Daigo ya le daba la impresión de que probablemente ya se encontraba en el lugar indicado, pudo ver a no demasiada distancia a un chico que llevaba un panfleto como el suyo.
—Oh, por el Dios del Bosque, no me lo puedo cre.... —se tapó la boca antes de acabar la frase, no pretendía llamar su atención.
Ese chico se trataba de Uchiha Akame. Daigo no lo conocía mucho, pero sabía que él fue el ganador del Torneo de los Dojos y que estuvo a punto de realizar una misión no oficial con él.
Sabiendo todo eso, al peliverde le sorprendía aún más encontrarse con él aquí.
No puede ser... ¿¡Akame-san ofrece sexo gratis!?
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.