El misterioso mensaje

[Keisuke]

Desde mi posición solo podía ver a Akame, a nadie más, estaba a unos cuantos metros, él estaba ahí, sólo, esperando lo mismo que yo, a que alguien o algo sucediera, esperando que el organizador de aquel evento hiciera acto de presencia y otorgase lo prometido en el papel.

"Me quedaré aquí, nadie tiene que verme, sí no sucede nada puedo retirarme con la dignidad en alto." Sí, ese era mi plan, esperar un poco más, confirmar que todo era un fiasco para luego marcharme como debí hacer cuando me tomé con el volante, ignorarlo y volver a la tierra protegida por la lluvia. "Solo esperaré un par de minutos y ya..." Me auto-convencía cada vez más.

—¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Ese grito me sacó de mis pensamientos, atrajo la atención del pelinegro y entonces era mi momento para moverme y tener un mejor panorama, pude ver quien yo creía era el emisor, pero había do chicos semejantes, uno de rodillas y el otro con actitud un tanto... ¿confusa?

—¡MIEEEERDA! ¡Por lo que mas quieran, no —repito— NO. SE. SAQUEN. LOS PENES. —Vociferó el que estaba arrodillado.

"¿Qué?" Me sorprendí por lo que decía. "Él iba... ¿Aquí?" Busque la figura del ahora jounin, le miraba incrédulo. "¿Dónde está el otro? No lo veo..." Busque curioso.

—¡Eh! ¡E-e-esto no es lo que parece! —Negó sin dudarlo, vi como sus manos se movieron nerviosas y su rostro se apoderaba de la vergüenza—. ¡Yo no soy el que ha citado aquí a nadie, ¿vale?!

Contuve una carcajada con ambas manos, todo parecía tan gracioso desde el punto en dónde me encontraba, quizá nadie supiera que nunca que me encontraba espiando esa situación tan bochornosa.

—¡De hecho me he encontrado este volante en Tane-Shigai! ¡N-n-n-ni siquiera es mío! ¡Sois de Kusagakure! ¿No habrá sido esto cosa vuestra?

En vez de seguir justificándose, Akame decidió atacar, inculpando a los de la hierba en el asunto, y él tenía un muy buen punto, ya que estábamos en su país, debían saber algo al respecto.

"No veo el tercero... ¿Quién será?" Traté de visualizarle, pero sí seguía insistiendo quedaría expuesto, así que desistí de la idea. "Por otra parte... No veo ninguna chica, ni por curiosidad vinieron..."