10/05/2018, 23:24
El calvo primero asintió a la respuesta del señor Tomohiro, lo hizo nuevamente frente a las palabras de sus compañera, y una última vez a la confirmación de Kato. Sin mediar palabra entendió que su pedido era demasiado y que con la luz matutina todo podría salir mejor. Después de todo, debían de quedarse allí toda la noche.
—Entiendo.— fue lo último que dijo antes de llegar a la ya mencionada casa, su lugar de descanso.
Imitando a su guía bajó del caballo y ató las riendas al poste que estaba para esa función. De la misma manera dejó la cuerda floja para darle al animal libertad de movimiento. Pocos segundos después, tras recorrer al completo el frente del hogar con sus ojos, el calvo se encontraba paralizado frente a la puerta de entrada inmerso en oscuridad.
«¿Ni una luz iba a haber?»
Achinando los ojos trataba de entender que era lo que le rodeaba, pero no podía distinguir más allá de meras figuras que podría adivinar qué eran solo por conjeturas. Peor aún fue el momento en que ni siquiera alejarse de la puerta recibió su cama, un colchón pelado y visiblemente de mala calidad.
—Gracias, buenas noches.— agradeció en susurros siendo positivo igualmente ante el esfuerzo del hombre.
A tientas se acercó a uno de los colchones y se sentó sobre él, sacándose sus botas y parte de su vestimenta superior dejándose solo una fina musculosa negra. Preparado, se recostó sobre el colchón y se quedó varios minutos mirando el techo antes de empezar a moverse para tratar de dormirse.
—Entiendo.— fue lo último que dijo antes de llegar a la ya mencionada casa, su lugar de descanso.
Imitando a su guía bajó del caballo y ató las riendas al poste que estaba para esa función. De la misma manera dejó la cuerda floja para darle al animal libertad de movimiento. Pocos segundos después, tras recorrer al completo el frente del hogar con sus ojos, el calvo se encontraba paralizado frente a la puerta de entrada inmerso en oscuridad.
«¿Ni una luz iba a haber?»
Achinando los ojos trataba de entender que era lo que le rodeaba, pero no podía distinguir más allá de meras figuras que podría adivinar qué eran solo por conjeturas. Peor aún fue el momento en que ni siquiera alejarse de la puerta recibió su cama, un colchón pelado y visiblemente de mala calidad.
—Gracias, buenas noches.— agradeció en susurros siendo positivo igualmente ante el esfuerzo del hombre.
A tientas se acercó a uno de los colchones y se sentó sobre él, sacándose sus botas y parte de su vestimenta superior dejándose solo una fina musculosa negra. Preparado, se recostó sobre el colchón y se quedó varios minutos mirando el techo antes de empezar a moverse para tratar de dormirse.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘