13/05/2018, 12:23
—Llamemos, a ver si está en el primer piso...
Eri usó la educación, llamando gentilmente a la puerta, mientras yo me mantuve a una distancia prudencial de la casa para tener una vista más general de la situación. Le hice una señal a Stuffy para que él también estuviese atento y así no se nos escapase ningún sonido extraño o algún movimiento sospechoso. Todo aquello olía a chamusquina, literal y metafóricamente, porque había una vela encendida.
En cualquier caso, mis instintos perrunos me decían que allí había gato encerrado. Un señor sin familia, ni amigos, ni pareja, ni nada de nada, trabajando de guardia de un museo, casi estaban pidiendo a gritos que les robase.
Eri usó la educación, llamando gentilmente a la puerta, mientras yo me mantuve a una distancia prudencial de la casa para tener una vista más general de la situación. Le hice una señal a Stuffy para que él también estuviese atento y así no se nos escapase ningún sonido extraño o algún movimiento sospechoso. Todo aquello olía a chamusquina, literal y metafóricamente, porque había una vela encendida.
En cualquier caso, mis instintos perrunos me decían que allí había gato encerrado. Un señor sin familia, ni amigos, ni pareja, ni nada de nada, trabajando de guardia de un museo, casi estaban pidiendo a gritos que les robase.
—Nabi—