15/05/2018, 22:49
Ambos shinobi se acercaron a inspeccionar el interior de la vivienda. Sin embargo, el lugar parecía estar en completo silencio, y no se adivinaba ningún tipo de movimiento dentro de ella. La Uzumaki, más arrojada, se adelantó para llamar a la puerta, mientras su compañero se quedaba algo más rezagado:
—Llamemos, a ver si está en el primer piso...
No recibió respuesta alguna, pero al segundo toque la puerta se metió hacia dentro ligeramente. No estaba cerrada con llave.
Dentro de la vivienda, el silencio era sobrecogedor. No parecía haber nadie en el piso inferior, aunque la vela de la mesa, y los pequeños farolillos que colgaban desde las paredes, les permitían ver con todo lujo de detalles.
¿Qué haría ahora la joven pareja?
—Llamemos, a ver si está en el primer piso...
Toc. Toc.
No recibió respuesta alguna, pero al segundo toque la puerta se metió hacia dentro ligeramente. No estaba cerrada con llave.
Dentro de la vivienda, el silencio era sobrecogedor. No parecía haber nadie en el piso inferior, aunque la vela de la mesa, y los pequeños farolillos que colgaban desde las paredes, les permitían ver con todo lujo de detalles.
¿Qué haría ahora la joven pareja?