27/05/2018, 20:07
(Última modificación: 27/05/2018, 20:58 por Inuzuka Etsu.)
Los orbes del Uchiha, rojos como dos túmulos de sangre, se hincaron súbitamente en la rodilla de Etsu, como si ya supiese lo que le venía. Por suerte o por desgracia, el movimiento rápido y bien ejecutado por parte del Inuzuka no le dejó muchas opciones a su adversario, reflectando el ataque y realizando el propio en un fugaz contraataque. Su golpe, seco y rápido hizo que su antagonista se viese obligado a retroceder un par de pasos. Éste quedó perplejo por un instante, un momento que ambos aprovecharon para retomar la guardia.
Era obvio que al chico le había molestado esa rápida defensa y ataque por parte del rastas. Era mas que probable que se pusiese algo mas serio, aunque no sabía por qué senda tomaría... ¿volvería a intentarlo en cuerpo a cuerpo o bien optaría por mantener las distancias tras ese primer golpe?
Los ojos del Inuzuka no dejaron de observar a su oponente, su reacción, su compostura, sus posibles intenciones. Intentaba analizarlo, en la medida de lo posible. Tras unos escasos segundos que parecieron mas bien años, el combate volvió a iniciarse; en ésta ocasión la iniciativa la tomó el de orbes rojos, que se lanzó sin titubeos a recortar la escasa distancia que anteriormente había creado, para buscar de nuevo con su pierna a Etsu en una patada lateral a una altura media.
«Eres muy rápido, pero el combate cuerpo a cuerpo es mi especialidad» pensó el chico, imaginando que Datsue clavaría su pierna en su costado. Sin embargo, su intención en ésta ocasión no sería bloquearla o desviarla. Aprovechando que Datsue tenía todo su equilibrio por escasos segundos en una sola pierna, se agazapó y giró sobre sí mismo en una patada que barrería a su oponente sin miramientos. Una potente patada, que aunque no era parte de su alabado estilo Tekken, sin duda era un movimiento a tener en cuenta dada su efectividad en numerosas ocasiones. La patada del chico tenía intención de quedar como una mera finta, pero eso apenas pudo notarlo el Inuzuka. Tan solo aprovechó la situación.
—¡Konoha Reppū! —bramó el rastas en el transcurso de su fugaz patada baja.
Inmediatamente, tras la patada, el Inuzuka retomaría la guardia. Sin embargo, la dejaría atrás si la patada había acertado de lleno al Uchiha. En caso de haberle acertado, estiraría la mano para ayudarlo a levantarse. Absurdo, si. Era una oportunidad que bien podía aprovechar para otra cosa...
—Datsue, inténtalo mejor en combate a distancia... mi especialidad es el taijutsu.
Era obvio que al chico le había molestado esa rápida defensa y ataque por parte del rastas. Era mas que probable que se pusiese algo mas serio, aunque no sabía por qué senda tomaría... ¿volvería a intentarlo en cuerpo a cuerpo o bien optaría por mantener las distancias tras ese primer golpe?
Los ojos del Inuzuka no dejaron de observar a su oponente, su reacción, su compostura, sus posibles intenciones. Intentaba analizarlo, en la medida de lo posible. Tras unos escasos segundos que parecieron mas bien años, el combate volvió a iniciarse; en ésta ocasión la iniciativa la tomó el de orbes rojos, que se lanzó sin titubeos a recortar la escasa distancia que anteriormente había creado, para buscar de nuevo con su pierna a Etsu en una patada lateral a una altura media.
«Eres muy rápido, pero el combate cuerpo a cuerpo es mi especialidad» pensó el chico, imaginando que Datsue clavaría su pierna en su costado. Sin embargo, su intención en ésta ocasión no sería bloquearla o desviarla. Aprovechando que Datsue tenía todo su equilibrio por escasos segundos en una sola pierna, se agazapó y giró sobre sí mismo en una patada que barrería a su oponente sin miramientos. Una potente patada, que aunque no era parte de su alabado estilo Tekken, sin duda era un movimiento a tener en cuenta dada su efectividad en numerosas ocasiones. La patada del chico tenía intención de quedar como una mera finta, pero eso apenas pudo notarlo el Inuzuka. Tan solo aprovechó la situación.
—¡Konoha Reppū! —bramó el rastas en el transcurso de su fugaz patada baja.
Inmediatamente, tras la patada, el Inuzuka retomaría la guardia. Sin embargo, la dejaría atrás si la patada había acertado de lleno al Uchiha. En caso de haberle acertado, estiraría la mano para ayudarlo a levantarse. Absurdo, si. Era una oportunidad que bien podía aprovechar para otra cosa...
—Datsue, inténtalo mejor en combate a distancia... mi especialidad es el taijutsu.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~