31/05/2018, 12:32
Los dos genin, como activados por un resorte, no tardaron ni un instante en lanzarse a la carga contra el escapista. Eri no tardó en adelantarse a Nabi y a su perro, que trotaba tras ellos como buenamente podía. Sin embargo el hombre era rápido, y para alcanzarlo terminó por recurrir a una técnica de movimiento instantáneo que la posicionó justo tras su espalda. Tras entrelazar las manos en tres rápidos sellos, de las palmas de sus manos surgieron dos cadenas constituidas por energía.
Aunque no por ello menos físicas.
Con un gemido ahogado, el hombre quedó completamente atrapado entre las cadenas de la Uzumaki y lo que llevaba en sus brazos cayó al suelo con un sonido seco. Se trataba de una bolsa perfectamente atada para evitar que su contenido se desparramara, pero para él fue como si lo hubieran tirado al mar. Fue entonces cuando pudieron estudiar la identidad del hombre...
Que resultó ser el guardia perdido.
—¡NO, POR FAVOR, NO! —aullaba Doro, revolviéndose de forma inútil entre sus ataduras tratando de alcanzar la bolsa con la más auténtica desesperación pintada en sus facciones.
Aunque no por ello menos físicas.
Con un gemido ahogado, el hombre quedó completamente atrapado entre las cadenas de la Uzumaki y lo que llevaba en sus brazos cayó al suelo con un sonido seco. Se trataba de una bolsa perfectamente atada para evitar que su contenido se desparramara, pero para él fue como si lo hubieran tirado al mar. Fue entonces cuando pudieron estudiar la identidad del hombre...
Que resultó ser el guardia perdido.
—¡NO, POR FAVOR, NO! —aullaba Doro, revolviéndose de forma inútil entre sus ataduras tratando de alcanzar la bolsa con la más auténtica desesperación pintada en sus facciones.